Un atractivo itinerario senderista entre los bosques que rodean las poblaciones de Barruelo y Brañosera
© Texto y fotografía: JAVIER PRIETO GALLEGO
Las orillas del Rubagón hacen de guía en el primer tramo de este atractivo paseo por entre bosques, pueblos viejos y desmontes mineros del siempre atractivo norte palentino. El itinerario, como tal, presenta dos tramos bien diferenciados. El primero de ellos es el que constituye propiamente la conocida como senda de La Pedrosa. Se encuentra más o menos bien señalizado y discurre entre las localidades palentinas de Barruelo de Santullán y Brañosera por entre el robledal que da nombre a la senda. La segunda parte del recorrido es una solución para no realizar el tornaviaje por el mismo lugar. No está señalizada pero se hace bien con la ayuda de un mapa y un mínimo sentido de la orientación.
De Barruelo a Brañosera
El punto de partida de este circuito montañés se encuentra en el área recreativa La Pedrosa -campo de fútbol, piscinas y barbacoas-, bien indicada en la carretera de salida de Barruelo de Santullán hacia Brañosera. El sendero, mientras bordea alguna pradera abierta en los límites bajos de este basto robledal con nombre propio, busca enseguida la compañía del río Rubagón. Los Pilones, muy próximo al comienzo de la senda, es uno de sus regates más conocidos y las pozas que lo forman, un atractivo remanso cuando las aguas bajan sobradas.
Tras una primera parte en la que la senda aparece bien pisada y permite disfrutar de alguna vista cercana del río se pasa a otro tramo bastante más desdibujado que discurre a media altura entre el Rubagón, abajo, y la carretera que enlaza ambos pueblos, unos metros por encima. Se llega así, más por intuición que por otra cosa, hasta la Fuente de la Flor, cuya presncia delata, además de su reguero, otro de los postes que jalonan la primera parte del circuito. A partir de este punto la senda vuelve de nuevo a desdibujarse, sustuida en buena parte por los regatos que la aprovechan y descomponen sin más pamplinas en su bajada hacia el río. Sirva como guía una cerca de pinchos que, sin cruzarla, debe bordearse hasta desembocar en una pista forestal algo maltrecha. Por ella se llega ya sin problemas a una nueva pista forestal, ésta en mucho mejor forma, que tomada hacia la derecha, conduce en no más de diez minutos hasta Brañosera. Quien desee darse un garbeo por el pueblo deberá abandonar de nuevo esta pista y tomar la calle que pasa junto a la ermita de San Roque.
Ermita de San Roque. Senda de la Pedrosa. Brañosera. Palencia. España © Javier Prieto Gallego
El mayor orgullo de Brañosera es su Carta Puebla, el fuero poblacional más antiguo que se conoce. Por él, el conde Munio Núñez concedía a los habitantes de este lugar el privilegio de organizarse como hombres libres y administrar su propio pueblo. Un monolito frente al Ayuntamiento exhibe el texto completo.
De Brañosera a Barruelo
El paseo continúa por la carretera hacia Salcedillo para salirse de ella en la curva de noventa grados que hace antes de alcanzar el cemeterio. En ese punto debe tomarse el camino que se inicia, hacia la izquierda y hacia abajo, nada más sobrepasar una nave ganadera. El objetivo ahora es alcanzar el fondo del valle y retomar la pista forestal que se abandonó al entrar en Brañosera. Desde lo alto se habrá visto cómo ésta salta hacia el otro lado del Rubagón y emprende un empinado zigzageo hacia los altos de Pamporquero. El paseo también.
Tras alcanzarla en el punto más bajo del valle y cruzar ahí al otro lado del río por un pontón de cemento, se inicia por ella un prolongando ascenso que debe mantenerse, sin tomar ninguna otra desviación, hasta pasar por segunda vez bajo los cablés de alta tensión. En ese punto nace la pista foretal que, sin mayores desniveles y a través de un denso y hermoso bosque de roble y hayas, lleva de regreso a Barruelo de Santullán por la vertiente opuesta a la que se trajo. Casi al final de la caminata, cuando desde esta pista ya en descenso se vea de nuevo el campo de fútbol y se bordeen los restos de un mina abandona junto al río, ha de tomarse la senda que, por la orilla izquierda del Rubagón retrocede unos metros hasta enlazar con la pasarela peatonal de madera que coloca, sin más, en el punto de partida.
Senda de la Pedrosa. Barruelo de Santullán. Palencia. España © Javier Prieto Gallego;
Datos prácticos
EN MARCHA. El acceso hasta Barruelo de Santullán puede hacerse de Aguilar de Campoo en 13 kilómetros por la P-220.
EL ITINERARIO. El tramo señalizado, entre Barruelo de Santullán y Brañosera tiene unos tres kilómetros y puede realizarse en una hora. El circuito completo, por la pista Calero, tiene cerca de 13 kilómetros y viene a realizarse en unas cuatro horas. No presenta dificultad alguna, aunque las rampas que median entre Barruelo y la pista Calero requieren un cierto esfuerzo.
MUSEO MINERO. Está en Barruelo y resulta de gran interés. Especialmente recomendable es la visita al interior de la mina que se ha reproducido para este fin a las afueras del pueblo. Tel.: 979 60 72 94.
Así es el recorrido
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