En la segunda semana de septiembre, quién más, quién menos, ya va pensando en el final del verano. Aunque muchos viajeros eligen este último mes del verano para disfrutar de sus vacaciones estivales, muchos otros, la mayoría, ya se van despidiendo mentalmente del sol, los paseos, las largas tardes de ocio y, cómo no, de la estrella de muchos veranos y veraneos del mundo: la piscina. Excepto en esos escasos lugares privilegiados donde se disfruta del buen tiempo durante todo el año, las piscinas suelen ser un lujo que disfrutamos durante los breves meses de calor de nuestro hemisferio, como las bicicletas, las piscinas “son para el verano” o, al menos, así era hasta ahora, hasta que el próximo año 2017 se inaugure la primera piscina de lujo flotante del mundo: la llamada “piscina celestial” de Londres. El proyecto ya ha provocado ríos de tinta en los sectores de la arquitectura, el paisajismo y el interiorismo: una piscina de 25 metros de largo, anclada entre los áticos de dos altos edificios paralelos, suspendida mediante soportes transparentes a una altura de 35 metros y construida con paredes y suelo de cristal de veintitantos centímetros de grosor. ¿El resultado? Un espacio acuático transparente suspendido aparentemente de la nada y en la que el nadador feliz combinará su baño con las impresionantes vistas en altura del Londres más lujoso.
Esta piscina “celestial” se ha empezado a construir este mismo verano y se prevé que se inauguré en el año 2017. Las instalaciones acuáticas forman parte de un centro residencial de lujo llamado Embassy Gardens, una urbanización de tres edificios y lujosos espacios comunes que se está levantando a las orillas del río Támesis. El proyecto corre a cargo de empresas de tanta reputación como, por ejemplo, el estudio de arquitectura Hal Arquitects, la empresa de ingeniería Arup Associates o los famosos paisajistas de Camlins. El conjunto urbano constará de edificios residenciales, la ya famosa piscina, bares en las azoteas, gimnasios, pequeños centros de negocios, etc. Los costes de disfrutar de este exclusivo entorno urbano no son accesibles para todo el mundo ya que cada apartamento costará más de 500.000 euros a cada uno de sus propietarios, pero sin lugar a dudas es una inversión de vida que muchos afortunados inversores no dejarán pasar.