Imagen en el interior de la cueva
Esta conocida gruta (Ludi Yan en chino) está situada a unos 5 km de la ciudad china de Gullin, perteneciente a la región autónoma de Guangxi Zhuang y se encuentra a una profundidad de 240 metros. Es una cueva natural formada por la erosión del viento en la piedra caliza y a menudo se la conoce como el "Palacio de las Bellas Artes Natural". Su nombre se debe a las cañas de bambú que se pueden encontrar en su entrada, y que son utilizadas por los habitantes de Gullin para fabricar flautas que hoy en día siguen vendiendo a los visitantes. Fue descubierta hace aproximadamente 1.300 años, durante la dinastía Tang y durante la II Guerra Mundial sirvió de refugio antiaéreo a los habitantes del lugar ya que acudían a refugiarse en ella para protegerse de los bombardeos (en su interior se cobijaban alrededor de 1.000 personas).
A lo largo de su recorrido, podemos encontrarnos con las estalactitas y estalagmitas más impresionantes que hayamos visto nunca y además con unas formas realmente curiosas. Su techo sostiene un río, pero el agua se cuela entre la roca caliza y termina dando lugar a formas muy particulares. Sus descubridores asociaron las mismas con formas de seres vivos u objetos reales, de modo que varias de ellas han sido bautizadas con nombres como "El Bosque", "El Teatro", "El Palacio de Cristal", "La Pagoda del Dragón" o "La Montaña de Fruta".
Imagen en el interior de la cueva
Para realzar estas imágenes, la cueva fue iluminada convenientemente con luces de colores, que la convierten en un verdadero espectáculo de luces púrpura, rojo, verde o azul, que colorean tanto sus paredes como su techo, y que le dan un aspecto sencillamente impresionante. No obstante, también hay detractores que opinan que este "toque artificial" le hace perder cierto encanto natural a la gruta.
La temperatura en su interior es más o menos constante a lo largo del año con independencia del periodo en que nos encontremos, y poder disfrutar de esta maravilla tiene un coste de 60 yuanes, que según el cambio, oscila entre los 7/8 euros para un recorrido zigzagueante de unos 500 metros con una duración aproximada de hora y media. En sus paredes hay inscripciones y dibujos en tinta, unos 70 aproximadamente, poemas y leyendas escritos durante la ya citada dinastía Tang, que nos sirven de referencia para saber que ya en aquella época era un referente turístico popular. Si la visita va acompañada de un guía turístico, podremos disfrutar por tanto de historias y relatos fantásticos que sin duda contribuyen a realzar su encanto.
Lago en el interior de la cueva
Añadir finalmente que la región Guangxi no sólo es famosa por las distintas cuevas, entre las que sobresale por supuesto ésta, tiene uno de los paisajes más espectaculares del mundo, formado por sus impresionantes montañas y el río Lijang que hacen que su vista aérea deje asombrados a todos los visitantes que acuden al lugar. Sin duda una de las muchas maravillas que el gigante asiático tiene en su geografía y un lugar digno de visitar, sirva de muestra la siguiente foto:
Vista del río Lijang y las montañas de Guangxi