Atraído por las aguas cristalinas, todavía más apetecibles al estar contenidas en recipientes construidos con materiales de color azul brillante y bordes rectos o sinuosos, Stephan Zirwes lleva desde 2015 retratando piscinas desde el cielo. Este fotógrafo alemán nos muestra estos anhelados oasis construidos por el hombre desde una perspectiva a la que no estamos acostumbrados, desvelándonos la belleza de su simetría, de sus curvas y sus colores que gritan irremediablemente ¡verano!.
Zirwes comenzó su carrera como fotógrafo en los 90 y sus imágenes han tenido siempre varias capas de significado: una estética, pero también una ética. La idea de esta serie surgió mientras realizaba sus viajes fotográficos en helicóptero por Estados Unidos y por Sudáfrica; allí prácticamente cualquier familia con dinero tiene una piscina privada y esto hizo a Zirwes reflexionar acerca de la importancia del acceso libre al agua y la necesidad de la existencia de piscinas publicas. Una idea que quiere difundir con su proyecto Pools. Aunque con el auge de las nuevas tecnologías y la democratización de la fotografía de altura este tipo de tomas empiezan a ser más comunes las fotografías del alemán destacan por la búsqueda la armonía de la arquitectura de las piscinas vistas de una perspectiva cenital, observando sus colores y sus formas. En 2015, cuando comenzó su serie de fotografías de piscinas en Europa, tomaba las imágenes desde un helicóptero, a varios cientos de metros del suelo; en los últimos años se ha podido permitir acercar su objetivo al suelo gracias a los drones. Posteriormente, en postproducción, utiliza los patrones existentes del suelo para enmarcar todavía más el foco de las imágenes: la piscina. Las fotografías a vista de pájaro de estas piscinas que Zirwes ha capturado en diferentes ciudades europeas se suman al resto de tomas aéreas de paisajes, campos de fútbol, superficies heladas, campos de cultivo y aeropuertos que caracterizan su trabajo. Un trabajo que ha sido galardonado con premios de relevancia internacional y que le han servido al fotógrafo para alzar la voz sobre una temática de la que no se habla demasiado y para él tiene suma importancia:
Composiciones que son armoniosas en color y estética son en realidad cicatrices de la naturaleza provocadas por los humanos. Stephan Zirwes