Hace muchos, muchos años, en un mundo de realidad azotado por invasiones, guerras, tormentas del desierto y declaraciones de independencia que marcaban el día a día y los miedos y temores de sus habitantes, el mundo de la cultura rendía homenaje a dos grandes cintas, “Bailando con lobos” y “Ghost”, a la par que despedía a una de sus grandes voces, Freddie Mercury.
Mientras todo esto ocurría, un gigante de la animación, Disney, se reinventaba con una historia de amor cantada con grandes y marcados personajes, “La Bella y la Bestia”, el cual se transformó en uno de los éxitos más grandes de la historia del cine de animación.
Ahora, más de 25 años después, la gente de la factoría Disney ha decidido, llevar a una sociedad que desde aquel 1991 ha evolucionado considerablemente, una adaptación en imagen real de aquel gran clásico, por lo que los miembros de este equipo no podían faltar a la cita con las butacas del cine.
La historia nos traslada a un tiempo muy, muy lejano en la campiña francesa. Allí, en un majestuoso castillo tiene lugar un suntuoso baile a honor de un joven príncipe. Durante el baile y escapando de una terrible tormenta llega a al castillo un anciana mendiga que suplica al príncipe cobijo para esa noche a cambio de una bonita rosa. El príncipe, haciendo uso de su arrogancia, rechaza a la anciana por dos veces, quien de repente se destapa como una hechicera que transforma al príncipe en una monstruosa Bestia borrando todos sus recuerdos, así como también los de los invitados al baile. Dicho hechizo se mantendrá hasta que la Bestia consiga amar a alguien y ser correspondido.
Muchos años después, y a no muchos kilómetros del castillo, los habitantes de una pequeña aldea van haciendo su vida. Entre ellos se encuentra Maurice (Kevin Kline), un anciano inventor de cajas de música que vive con su hija, la bella, romántica y soñadora Bella (Emma Watson), así como con un antiguo guerrillero y cazador llamado Gastón (Luke Evans) que busca desesperadamente casarse con Bella, y a quien siempre le acompaña su fiel escudero Le Fou (Josh Gad).
Un día, Bella cansada de la insistencia, incultura y egoísmo de Gastón decide rechazarlo sin contemplaciones, dejándole sin saber muy bien como tomárselo. Al poco tiempo, Maurice debe dejar el pueblo para intentar vender sus cajas musicales, aunque poco puede sospechar el anciano que una nueva tormenta cambiará el rumbo de su vida ya que, en medio del bosque y con su caballo desbocado se da de bruces con el majestuoso castillo. Cuando Maurice descubre que algunos utensilios de la casa parecen encantados (una taza de té le habla) decide salir corriendo, no sin antes coger una rosa del jardín, lo que despierta las iras de Bestia.
Al día siguiente, el caballo de Maurice vuelve a la aldea. Cuando Bella lo ve, inmediatamente teme por su padre, por tanto monta en el corcel y sale en su búsqueda, encontrándolo preso en una de las torres del castillo. Bella convence a Bestia, contra la voluntad de su padre de cambiarse por él, quedando así la joven encerrada en el castillo.
A partir de aquí, nuevos personajes aparecen en escena, el candelabro Lumiere, el reloj Din-Dón, la tetera Sra. Potts y su hijo Chip (una taza de té) o Madame Garderobe (un armario que entona muy bien ópera), entre otros. Todos ellos cuentan con un único objetivo en común, conseguir que su amo, el príncipe, recupere su figura original y rompa el hechizo.
Aunque la mayoría de vosotros sabréis como acaba la historia de “La Bella y la Bestia”, nosotros dejaremos aquí nuestro resumen de la misma para dar paso a nuestra visión y valoración de la cinta. .
Interpretativamente lo cierto es que nos hemos llevado un buen jarro de agua fría, ya que esperábamos mucho más de las interpretaciones, sobre todo de la Emma Watson, la protagonista absoluta de la historia, quien en casi ningún momento está a la altura del personaje. De hecho, únicamente destacan algunas miradas o gestos faciales, así como algo de la personalidad que demuestra en las escenas de acción, pero manifestando una química escasa o nula química con el resto del reparto. Lo cierto es que a los del equipo nos ha gustado mucho más Dan Stevens (La Bestia) quien, pese a pasarse más de dos horas bajo un disfraz, transmite mucho más que su compañera de reparto.
Técnicamente “La Bella y la Bestia” está muy bien, con unos decorados trabajados hasta el mínimo detalle, destacando tanto los interiores del castillo como las recreaciones de la aldea o incluso los jardines, además de contar con una animación de los objetos realmente conseguida. Tampoco nada que decir con la bellísima banda sonora que, una vez más, hace las delicias de todos.
El gran problema que los del equipo le vemos a esta nueva versión de “La Bella y la Bestia” radica en la necesidad de que se haya realizado tal y como está planteada, ya que apenas aporta nada de nuevo a la obra maestra realizada por Disney en 1991, y esto a pesar de que esta nueva edición cuenta con 45 minutos adicionales de metraje con respecto a la original.
Por estas razones, la nota final que obtiene la película por parte de los miembros del equipo es de un 7 sobre 10, considerando que se trata de una oportunidad perdida para darle la vuelta a una historia clásica.
Título original: “Beauty and the Beast” – 2017 – USA
Dirigida por: Bill Condon
Duración: 128 minutos
Género: Romántica, Fantástica, Musical