La Bella y la Bestia fue la primera película de animación en ser nominada a un Oscar y también la primera producción de la factoría en contar con una mujer como guionista principal. El año de su estreno fue la tercera película más exitosa, recaudando 403 millones de dólares en todo el mundo.
La Bella y la Bestia
Hoy cuenta con uno de los mejores musicales y sigue despertando el mismo interés y entusiasmo entre los peques de la casa.
La Bella y la Bestia nos enseñó planos hasta entonces inalcanzables y movimientos que solo habíamos visto en el cine de acción real. Su producción duró 3 años y requirió el trabajo de casi 600 animadores que realizaron más de 226.000 dibujos pintados individualmente.
Dibujo pintado a mano
Los retos fueron muchos, como la creación de sus personajes. Para diseñar a Bella se intentó crear una heroína Disney distinta a lo habitual para darle un aspecto más europeo. Para la Bestia se tomaron como modelos la melena de un león, la barba y la cabeza de un búfalo, los colmillos y el hocico de un jabalí, el cuerpo de un oso y las patas y la cola de un lobo.
Bella con las ovejas
Bella y Bestia bailando el vals
¿Sabías que las canciones ocupan 25 minutos de la película, que solo 5 minutos no tienen nada de música de fondo o que los animadores asistieron a clases de vals para recrear la famosa escena del baile? Son solo algunas de las curiosidades que quizá desconocías, pero hay más. A pesar de que la historia transcurre en Francia, Lumière, el candelabro, es el único personaje con acento francés y Chip, la tacita de té, es el único objeto animado que llama a Bella por su nombre, los demás se refieren a ella como "mademoiselle" (señorita), "ella" o "la muchacha".
Fifi, la señora Potts, Ding Dong y Lumière
Este peliculón, adaptado de un cuento de hadas tradicional francés de 1740, ganó 2 premios Oscar, 3 Globos de Oro y 2 Grammys. La clave del éxito de La Bella y la Bestia reside en su estupendo guión, su extraordinaria animación y su maravillosa música. Fue el primer largometraje de animación que alcanzó los 100 millones de dólares pero, sobre todo, fue aquella historia que nos recordó que la belleza está en el interior.