Reflexión del jueves: otoño
Hola a todos y bienvenidos un día más. Aquí estoy bien tempranito, con un café, unas galletitas(sé que no es lo más sano del mundo pero me he viciado a las galletas Napolitana), con muchas ganas de escribir.Contemplando a mi gato, o más bien a mis gatitos, que todavía duermen, empezamos.
A lo largo de mis 8 años de blog he hablado varias veces del otoño, y este año no quería ser menos. El otoño es mi estación el año preferida. Adoro el verano, soy feliz en la playa, en el campo, leyendo al aire libre y haciendo escapadas, pero el otoño me renueva.
No he releído los post de las otras veces, pero esto segura de comento algo de un modo bastante repetitivo; que en literatura o incluso en el mundo real, mucha gente asocia el otoño a algo triste, y yo pienso todo lo contrario.
Cuando era pequeña me encantaba esta época porque era el principio de muchas cosas. Era la vuelta al cole tras un verano largo lleno de playa, excursiones, moras, siestas bajos los árboles y muchas aventuras. Eran días estupendos pero volver a encontrarnos con los compañeros, que apetecía mucho. Volver a clase y percibir ese olor a pinturas de madera, a colonia infantil y a libro nuevo siempre me ha encantado.
Cada dia era emocionante
Recuerdo la emoción que sentía al comprar los libros, el ruido que hacían las tijeras de mi madre al cortar el forro, la ilusión al buscar pegatinas que había ido guardando para decorar mis libros y libretas. Recuerdo muy bien un año en el que se pusieron de moda unos forros con dibujos Disney, me encantaban y cuando los veo ahora me muero de risa porque en el fondo son cutrecillos, jejeje.
Las excursiones en otoño eran geniales. Íbamos a pueblecitos con sus hórreos a comer cosas ricas
En la adolescencia el otoño tamién era estupendo. Yo empezaba al instituto en octubre. En mi casa hacíamos un viaje a finales de septiembre, así que en cuanto llegaba no solo había aterrizado mi avión, aterrizaba yo en la realidad.
Entonces forraba yo los libros, adornando las portadas con los protagonistas de Sensación de Vivir o los grupos de moda.
La adolescencia también estaba llena de planes
El primer día de clase, que era solo una presentación era genial. Aunque la separación no había sido tan larga como en la infancia, pues durante el verano quedábamos algunas veces, teníamos muchos nervios para saber qué profes teníamos, qué compañeros...
Además, si algo recuerdo de todos los otoños de mi vida son las puestas de sol. La luz es tan bonita.
La puesta de sol en la bahía, con la ciudad al fondo es genial
Cuando era niña los viernes de otoño hacía algo especial con mis padres. Mi plan preferido era ir al parque del que os he hablado a veces a saltar sobre las hojas secas, a ver ardillas y a dar de comer a las aves. Y luego, nos íbamos a merendar-cenar a un bar chiquitito que nos encantaba. Lo curioso es que pedíamos los cuatro un bocata de lomo adobado y parecía que cenábamos un manjar. El ambiente de aquel sitio era genial, y luego nos íbamos a casa a ver el Un, dos, tres.
Adoraba ir a este parque
En la adolescencia pasaba muchos viernes con amigos, íbamos a nuestro parque preferido a leer revistas, o a una discoteca que mi instituto alquilaba, de hecho parte del precio de la entrada era para ayudar a ir de viaje de estudios. ¡Qué mayores nos sentíamos!
Esa luz es la más bonita del año
Soy fan de los días largos y con luz pero no puedo evitiar que me encante el cambio de hora, que anochezca y aún tengamos buena temperatura para caminar, y tomar un cucurucho de castañas, o sentarme en una terracita junto a una estufa.
Junto a esta estufa estaría genial
Recuerdo muchos otoños en los que los paseos de tarde que hacía con mi marido estaban llenos de conversaciones sobre series porque otra cosa buena del otoño es que vuelven las series que se han tomado vacaciones.
Y aquí camino de uno de mis lugares preferidos en el mundo; la foto la hice yo porque quería captar la belleza del paisaje
No quiero hacer un post muy pesado pero es que cuando me gusta algo a veces soyy muy intensa. Pero no puedo evitarlo, hemos llegado a los días de coger castañas, a ver montes pintados de toda la gama de colores, a las lunas inmensas y a las manzanas.
Esta es una de esas lunas inmensas
De nuevo recogeremos la cosecha en la finca y haremos compota, tarta y manzanas asadas. Espero que la escalera se impregne de olor a canela. Otra vez cenaré sopa de ajo y haré dulce de membrillo(este año ya lo he hecho), los cristales de la cocina se empañarán y la calle olerá a otoño.
Tiene mala pinta pero me quedó muy rico
Además llega la época de los baños con sales, los perfumes intensos, las infusiones ricas y los huesos de santo.
Aquí con mi abuela y parte de la cosecha
Pasaré tardes en familia hablano de muchas cosas, iremos a merendar chocolate con churros a nuestra churrería preferida y veremos los escaparates decorados con cosas otoñales.
A primera hora de la mañana oiremos las carreras de las mamis y los niños, que dejan un rastro de colonia fresca a su paso, y los perros vuelven a pasear por la playa.
Y el mundo 2.0 también cambia. Los blogs que estaban de vacaciones vuelven, algunos llegan nuevos para quedarse, y el otoño asoma por todas partes.
Además tengo algunos cumpleaños a la vista, planes de picnic de invierno y paseos por el monte y algunas cosas chulas que ya os iré contando.
Tengo muchas ganas de disfrutar el otoño, espero que pase despacio y que sea tan espectacular como siempre aquí en el paraiso. Y espero que los días se vuelvan un poco más fríos que el verano se resiste a irse.
Y hasta aquí la entrada de hoy, muchísimas gracias por leerme y nos vemos el sábado con el resumen semanal y algún extra.
Y vosotros;¿sois de otoño?¿Os gusta más el verano?¿Es posible elegir entre tantas estaciones buenas?
PD: He tardado más en pixelar las fotos(las tenía en el PC porque estoy digitaliando álbumes) que en hacer el post, jejeje, pero me apetecía compartir alguno de mis otoños.
Ahhhh y el 90% de la ropita de las fotos es hecha por mi madre.
¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡Hasta el sábado!!!!!!!!!!!!