Sin duda, además de Kyoto, Nara para mi fue uno de los sitios más bonitos de Japón. Un lugar mágico lleno de templos a cual más bonito, lastima que prácticamente en todos ellos está prohibido hacer fotografías en su interior porque por adentro aun son más bonitos si cabe. Otra cosa que nos llamó la atención fueron sus pacíficos ciervos repartidos por todos los parques, aunque eso sí, si no les das sus galletas son capaces de comerse hasta los mapas como vimos que a más de uno les pasó. Pero si todos los templos te conquistan con su arquitectura y sus preciosas esculturas, cuando llegas al Templo Todai-ji te quedas sin palabaras al ver al Gran Buda (Daibutsu) en su interior. Sus más de 16 metros lo convierten en el Buda de bronce más grande de Japón. Cuenta la leyenda que el que logre entrar por su nariz y llegue a la cabeza adquiere su sabiduría. Como es imposible trepar por él, una de las columnas del templo tiene un agujero que equivale a uno de los orificios de su nariz para que el que quiera intente atravesarlo y si lo logra reciba la sabiduría de Buda, por supuesto que yo con mi claustrofobia ni lo intenté.
¿Qué os ha parecido Nara?, bonito ¿verdad?
Feliz miércoles y gracias por vuestros comentarios.
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