El último día de septiembre fue mi cumpleaños. Entre otras cosas, el Pepe me regaló esa mochila de Maje que véis en las fotos pero también un nuevo objetivo para mi cámara. Tras comer en una terraza con vistas al lago Wannsee, decidimos perdernos por la naturaleza. Nuestro objetivo: buscar un lugar inspirador donde pudiera hacer fotografías de prueba. Algo no muy difícil de encontrar, si te mueves por los alrededores de Potsdam. El caso es que íbamos en el coche, cuando a lo lejos vi una colina con una hermosa torre medieval. Así que toda emocionada, dije al Pepe que parara inmediatamente y aparcara donde pillara.
Nos encontrábamos en el parque Babelsberg, un lugar que siempre quería visitar. Y mira por dónde, acabé en él de pura casualidad. Sabía que en este parque había un castillo y buenas vistas pero lo que no sabía es que en la otra punta se escondía una torre tan bonita como esta. Y así sin más, empieza el asunto del déjà vu. Entramos al parque, cuyas dimensiones vistas desde lejos, parecían más pequeñas. Mi intención no era recorrerlo entero porque no tenía tanto tiempo pero sí que quería acercarme a ver esa misteriosa torre desde cerca. Empezamos a caminar y caminar, y ya hasta nos entraba la risa porque era como que no conseguíamos llegar nunca. Creo que sin exagerar y entre foto y foto, tardamos más de media hora y siempre caminando en línea recta. ¡Pero os aseguro que tal caminata mereció mucho la pena!
Resumiendo a más no poder, os quería contar que se trata de la torre Flatowturm y está situada en Potsdam, más concretamente en el famoso parque Babelsberg. Fue construida hace más de 150 años, de ahí que os dijese que es una torre de pega. Su estilo medieval fue todo un capricho del emperador Guillermo I, quién la mando construir así. Parece ser que por aquel entonces, la usaban como casa de huéspedes y también para guardar colecciones de arte u otros objetos especiales. Tiene 46 metros de alto, lo que la convierte en el lugar perfecto para observar la naturaleza y los lagos que la rodean.
Actualmente se puede visitar durante los fines de semana pero nunca en invierno. En ella encontraréis algunas de las que fueron sus salas originales así como exposiciones relacionadas con su historia o su construcción. En mi caso, no me fue posible visitarla pero me quedé con las ganas. Y también tengo pendiente volver a visitar este parque al detalle. Hacedme caso y añadir este lugar a vuestra lista de planes otoñales en Brandeburgo. Os aseguro que es el lugar ideal para desconectar de Berlín e inspirarse con auténticos tesoros arquitectónicos camuflados en plena naturaleza.
Para más información, os recomiendo visitar su página web: Flatowturm im Park Babelsberg.
Y hasta aquí ha llegado el post de hoy. Espero que os haya gustado e inspirado. ¿Qué me decís? ¿Conocéis este lugar? ¿También soléis tener algún déjà vu de vez en cuando? ¡Espero vuestras respuestas en los comentarios! Y de paso, os mando un abrazo.
Como siempre, os espero en Twitter y Instagram, donde comparto: mi día a día, ideas de decoración, lugares inspiradores y un montón de cosas más.
¡Ah! Y si os queréis enterar antes que nadie de todas mis aventuras así como recibir contenido exclusivo y descuentos, podéis uniros a mi Newsletter.