Hay que valorar el esfuerzo de los demás.

A veces es muy fácil exigir todo de los demás y no ver lo que uno propio hace, o siquiera analizar la situación, ya sea en cuestiones laborales, de pareja e incluso familiares.

En una ocasión les hablaba sobre lo importante de la empatía para que la sana convivencia humana exista pero pues en un mundo donde cada vez las personas piensan en "solo yo", "todo yo" es algo raro de ver, y muchas veces las situaciones que una persona hace con fin de ayudar, son malinterpretadas totalmente, o más comunmente, no valoradas.

Para muchas ocasiones aplica el: "mejor no meterse donde no me llaman", pero esto no es posible cuando son tareas - acciones se hacen por necesidad, requerimiento o convivencia.

Les cito algunos ejemplos donde el esfuerzo no es valorado, hablando de la vida propia.

1. Ambito de pareja.
Recuerdo haberle ayudado a exparejas mias en tareas escolares y ayudas en su hogar, este esfuerzo no fue valorado por que prefirieron a alguien que tomara alcohol y le gustaran las bares y fiestas en vez del deporte y la honestidad, al grado que me decian que era demasiado perfeccionista para ellas simple mortales. No se que aberraciones hicieron o querian hacer para decir algo asi.

2. Ambito laboral.
Por increible que parezca por trabajar mas deprisa que el promedio y de manera correcta, otros trabajadores se quejaban de que los dejaba en ridiculo incluso los superiores, ya que no me adaptaba al ritmo de la empresa. Pretextos para seguir en su mediocridad.

3. Ambito familar. Recuerdo regalar cosas que a mi me gustaban y costaban mucho trabajo obtener, ser menospreciados por falta de detalle, pero bien que usaban esas cosas y hasta con enemigos de uno.

Por eso entiendo cuando hay personas que dejan de esforzarse por los demas, incluso tal vez no les salven la vida cuando los esten matando, o peor aun, si son rencorosos, ellos pueden matarlos y regresarles todo el mal que han hecho, por no poder apreciar el esfuerzo de aquellos que darian todo por uno.