Pero es guapa.
Porque es real y se gusta.
Sale a la calle y deslumbra,
porque aunque con dudas se siente segura.
Se ha liberado de la farsa impuesta.
Acepta que siendo imperfecta es como se es perfecta.
Ya no la engañan con modelos de espesados,
de mujeres sin fallos,
de anuncios de perfumes caros.
Es guapa.
Porque se siente completa.
Ahora ya no se acompleja, se acepta.
Que digan lo que quieran.
Empieza pero no acaba sus dietas y que
su autoestima no depende de su silueta, ella es
simplemente una mujer con encanto.
Con sus cambios, con sus altos y sus bajos.
Bella aunque a veces diga: Estoy fea.
Porque hasta ella puede decir tonterías de vez en cuando.
Es guapa.