Funko, puede ser la máxima expresión de la admiración cada vez mayor de nuestra sociedad con la cultura pop. Su ascenso, perpetuado por las licencias incesantes de prácticamente todos los géneros de películas, espectáculos, videojuegos, atletas, anime o lo que sea, ha coincidido con la aceptación general de temas que que dominaron y (en algunos casos aun) dominando la cultura popular actual.
Y hoy en día, no es suficiente ser simplemente fanático de algo. Es como un círculo que comienza en la sala del cine (o de tu casa, dependiendo la película) y culmina con la adquisición de uno -o varios- Funko. Un ejemplo reciente es el Funko Pop de Toy Story; la popular película de Disney tuvo su estreno en las salas de cine de todo el mundo, y a pesar de que es la cinta animada más taquillera del año, el retorno de esta franquicia no estuvo completo hasta ahora gracias a que los fanaticos pueden comprar los muñecos de colección.
Funko Pop y películas: una combinación de éxito
En definitiva, podemos decir que que el éxito de esta combinación radica en su ubicuidad. En total, Funko tiene licencias con 454 propiedades, incluidas las películas más taquilleras de cualquier género, películas de culto, series de televisión icónicas y hasta personajes famosos. Cada vez que Funko lanza una nueva serie de figuras coleccionables, se convierte en una parte imprescindible de ese fenómeno cultural que ha elegido.Con un precio inicial que no supera los ocho euros, en muchos casos, atraen a todos, desde fanáticos casualeshasta coleccionistas incondicionales. Ya os hablábamos de los descuentos del pasado black Friday en cuanto a estas figuras y no debería sorprender el hecho de que hayan sido de los productos más vendidos.
El hecho de que tenga un precio razonable significa que es una forma inocente de alimentar un placer culpable en fanáticos de todo el mundo. A ello hay que sumarle su fácil adquisición ya que la mayoría los puedes adquirir en línea.
Además, su estrategia de vender fenómenos que ya se han consolidado significa que mientras hayan películas superando los mil millones de euros en taquillas o series de televisión que reúnan a millones de espectadores, seguiremos teniendo Funk por mucho tiempo. Sus ganancias que actualmente superan los cien millones de euros por año, podrían ir en alza. Y los fanáticos seguirán nutriendo una extensa colección.
Inicios de una formula ganadora
Funko fue una creación de Mike Becker, quien comenzó la compañía en 1998 para traer de vuelta marcas nostálgicas en forma de juguete. De hecho, el primer producto de su compañía fue un muñeco de Bob de la famosa cadena de restaurantes en Estados Unidos, Big Boy.Pero el entusiasmo de Becker por dirigir un negocio disminuyó, y en 2005, vendió Funko a Brian Mariotti y a un grupo de pequeños inversores.
Fue Mariotti quien presentó lo que sería el tipo de producto de ícono de Funko (los famosos muñecos cabezones) en 2010. El debut de la línea, que incluía Batman en diversas presentaciones, Batgirl y Linterna Verde, ocurrió en, por supuesto, el sitios predilecto de los fanáticos más apasionados en todo el mundo: la Comic-Con.
A partir de allí, con sus cabezas de gran tamaño, ojos pequeños y cuerpos diminutos, las figuras Pop de dibujos animados llegaban a casa con un público más amplio. Mariotti tomó las tres primeras grandes licencias de Funko: DC, Marvel y Star Wars, y las organizó para crear un vasto imperio de la cultura pop con figuras que hacian referencias interminables a las franquicias.
Funko Pop ha cambiado las reflas del marketing para siempre. Nadie es capaz de sacar tanto provecho al exito de una película como los mismos productores de esta y la compañía liderada por Mariotti; se han convertido en un órgano imprescindible de los fenómenos culturales que a día de hoy son el corazón de una parte enorme de la sociedad.