Vivimos en un mundo distraído,
con los sentimientos encubiertos,
interiorizando la razón y el corazón
todo aquello que nos pueda delatar
De cara a exteriores,
Y alterar tanta insatisfacción??.
Nos hemos convertido en
meros autómatas, sin horizontes,
carentes de todo símbolo
Apenas somos capaces de reconocer
El bien y el mal,
El amor y el desamor,
La mentira y la verdad?..
Nos hemos camuflado
en nuestro día a día
en la rutina que se ceba
de nuestra sin razón.
Somos seres sin condiciones
huimos del compromiso,
ahuyentamos aquello que pueda suponer
un cambio que incomode,
que descoloque las piezas encajadas;
Somos incapaces de alimentar ningún
sentimiento que conlleve a esas palabras
que pronunciamos desde tiempos inmemorables,
Amor-Amistad-Lealtad-Confidencialidad-transparencia-
compromiso-nobleza, y tantos otros??.
Ahora somos jueces, titiriteros, lobos con piel de cordero,
racionales con un toque de locura transitoria,
Sentenciamos sin más pautas, desahuciamos sin preguntas,
actuamos en nombre de lo que "debería ser"
y por imperativo legal, no damos opciones,
no visualizamos a las almas que se esconden tras un cuerpo físico,
en definitiva, nos estamos desviando de la cordura,
de lo simple, de lo humano,
para encerrarnos herméticamente en una máscara irreal.
Qué triste existir sin más??motivación
que evitar la autentica realidad.
Autor: Maria Antonia de Tejeda Tamaral.(naturmar)
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