El mes de marzo nos trae una de las citas turísticas más conocidas a nivel internacional: las Fallas valencianas.
Catalogada como “Fiesta de Interés Turístico Internacional” este tradicional evento de fuego, luz y color lleva celebrándose cientos de años. Algunos estudiosos de las Fallas sitúan su nacimiento en el siglo XVIII en las populares calles y barrios de la ciudad de Valencia. En el mes de marzo, concretamente en la festividad de San José, patrón de los carpinteros, los vecinos hacían su tradicional limpieza de primavera quemando muebles y enseres viejos. Para darle “gracia a la cosa” empezaron a adornar las pilas de colchones, sillas rotas, papeles y cajones con rudimentarias máscaras que pretendían ridiculizar a algún vecino del barrio especialmente odiado y odioso. Hoy en día esas modestas piras de palos y caretas han evolucionado hasta llegar a ser los fascinantes monumentos falleros que todos conocemos, esas obras de arte popular que vemos quemar, año sí, año también en la mágica noche de San José.
En todos los rincones de la Comunidad Valenciana se celebran las Fallas pero, quizás, el programa de fiestas de su capital, Valencia, sea el que más miradas turísticas atrae. Este año, como en las ediciones anteriores, valencianos y visitantes disfrutan del ambiente fallero desde la última semana del mes de febrero. Ofrendas florales, pequeñas mascletás, misas solemnes, exposiciones de ninots? Actividades diarias para todos los públicos que se clausurarán el día 19 de marzo ya de madrugada con una espectacular sesión de fuegos artificiales y, por supuesto, con la gran cremà final de la Falla 2015.
Fallas valencianas, una gran fiesta turística internacional que merece la pena conocer y disfrutar.
Imagen:
Por keith ellwood (Flickr: Las Fallas Valencia juggling) [CC BY 2.0], undefined