La victoria de ayer del Real Madrid sobre el Bayern de Munich ha desatado en todos los medios, oficiales y no oficiales, un sinfín de mensajes centrados básicamente en la figura de Pep Guardiola. Mensajes sobre todo dirigidos al menoscabo de su planteamiento del partido, y a la mofa de un esquema de juego basado en la posesión de balón y en el juego de posición.Son en su mayoría mensajes ridiculizando al técnico, ahora, del equipo alemán, pero que tienen que ver, y mucho, con el daño que éste hizo en el foro madrileño durante su etapa como entrenador barcelonista. Cuantas ganas le tenían al técnico de Santpedor todos aquellos que durante su periplo culé tuvieron que tragar quina viendo como temporada tras temporada, el equipo catalán asombraba al mundo entero con un sistema de juego que mostraba la máxima expresión de una concepción diferente de este juego.
Pesan y mucho resultados históricos cosechados por un equipo, que en el auge de su rendimiento puso patas arriba el concierto futbolístico mundial, con exhibiciones que recogidas en videos o DVD’s llenarían horas y horas de jugadas y filigrana,s de momentos y detalles que harían las delicias de todos aquellos que de verdad disfrutan con la realidad de este deporte llamado fútbol.
Ahora es el momento del escarnio, de la mofa. Es el momento soez que todos los que estaban esperando la primera derrota del técnico culé. Es el momento de recordarle que él, acostumbrado a saborear las mieles del triunfo, ahora se ha de ver mordiendo el polvo de aquellos sobre los que un día derrotó.
Me hace gracia leer y escuchar el análisis de muchos entendidos y forofos, que no viendo más allá de un simple resultado defienden que ese estilo de fútbol no lleva a nada. Defienden la idoneidad y casi evangelizan el planteamiento blanco de ayer. No hago aquí una enumeración de los títulos y galardones a los que ha llevado este estilo de juego por no llenar el artículo de datos que todos ya conocemos.
Es cierto, que en esta eliminatoria los merengues han jugado bien, muy bien. Es cierto que el resultado en el césped ha mostrado casi a la perfección la visión que seguramente Ancelotti, plassmó en la pizarra en la que dibujo su estrategia. Es cierto que vistos los ciento ochenta minutos de juego, un modelo parece aplastar al otro tanto en concepción como en ejecución. Pero también es cierto, que ese modelo hoy denostado ha proporcionado momentos sublimes que se alejan mucho de lo que ayer ofreció el hoy endiosado equipo blanco.
Guardiola puede que no haya planteado bien el partido. O puede que haya sobreexcitado a sus jugadores. Puede también que esté pagando el competir en una liga en la que apenas ha tenido que competir para sumar un nuevo título liguero a su palmarés. Puede que desde la distancia de una Liga inferior no haya calibrado la dificultad que a día de hoy representa este equipo. También puede que no haya estado muy acertado en declaraciones anteriores, que buscando la motivación de sus jugadores casi los puso a los pies de los caballos.
Y a pesar de todos esos "peros", Guardiola sigo siendo un técnico de referencia, un técnico tocado por la genialidad. Un técnico que en su día pasará a la historia cómo aquel que cambió y aportó novedades a un deporte más que centenario en el que todo parecía inventado. Un técnico en definitiva que presenta un currículum en apenas cinco años de profesión que para sí querrían todos aquellos que hoy se mofan y burlan de él.
Y yo sé, porqué yo así estaría, que hoy Guardiola se ríe, se mofa y se parte ante el despropósito de mensajes que llegan de todos sus rivales y enemigos. Ganar, ganar y ganar, cómo decía Luis Aragonés es el objetivo fundamental de este y cualquier deporte. Pep se ha hinchado a recoger trofeos y galardones. “Éramos jóvenes, queríamos comernos el mundo y nos lo cominos” ha sido la frase que para mi representa la trayectoria de Pepdesde que irrumpió cómo “mister” en este mundo que a veces me cuesta entender. Me gustaría saber cuantos de los que hoy hacen públicas las chanzas y bravuconadas propias después de una victoria podrían decir lo mismo. Cuantos, médicos, arquitectos, periodistas, juristas, paletas, dependientes, vendedores, policías, bomberos…., son capaces de mirar atrás en su trayectoria profesional y firmar lo que hoy representa el técnico catalán en su profesión. ¿Estáis seguros que entonces seguirías riendo?