La mayoría de las personas no cuenta con la capacidad para ser muy temerario al volante, hasta que llega el momento en el cual tiene dos copas encima. Cuando las personas han tomado alcohol su conducción se vuelve mucho más agresiva, no solo para esa persona, sino para todos lo que están a su alrededor, principalmente porque al hacerse más temerario, comienza a hacer cosas que no haría si no estuviese bebido. Uno de los ejemplos más comunes y que más veces se da, es la de adelantar cuando se tiene poca visibilidad en la carretera.
Del mismo modo, el alcohol hace que cuando vas en el coche,tus ojos solamente se puedan centrar en lo que pasa justo delante ti, ya que los ojos se hacen más pesados y los movimientos mucho más lentos, por lo que en caso de que se aparezca un niño o un animal por la parte derecha o izquierda, no podrás reaccionar a tiempo.
Cuando has tomado alcohol, otro de los problemas principales es que la luz puede deslumbrarte completamente por más tiempo que cuando no lo estás. Esto hace que pierdas visibilidad de la carretera durante un mayor número de segundos en los que puedes perder el control del coche.
Aunque tú no te des cuenta, todo lo que pasa a tu alrededor está pasando mucho más rápido de lo que tú lo sientes, lo que puede hacer que en un momento determinado sientas que tienes más tiempo para adelantar o hacer cualquier maniobra del real.
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