De primeras, la inmensidad del desierto marroquí puede resultar abrumadora.
Es un lugar árido, inhóspito y extremo. O al menos eso parece desde fuera, ¿verdad?
La realidad es que, una vez vivas el desierto, tu percepción del este peculiar paraje cambiará completamente.
Los kilómetros y kilómetros de arena cálida y dorada, el silencio ensordecedor y el firmamento más puro y limpio que puedas imaginar actúan como lienzo perfecto para que vuelvas a centrarte en lo que más importa: tú.
De repente comprendes por qué sabios y guías espirituales tan conocidos como Jesucristo acudieron a la inmensidad del desierto para vivir experiencias transformadoras. Entiendes que sobrevivieron en él gracias a la meditación y a los rezos. Y te entran unas ganas tremendas de alargar tu estancia para empaparte un poco más del alma del Sáhara.
Como ya habrás adivinado, para nosotros un viaje al desierto no tiene sentido si no es con un enfoque mindfulness y de búsqueda interior.
Nos encanta visitar Marruecos con una mirada diferente: dejando a un lado las prisas, alejándonos de los circuitos turísticos tradicionales y, sobre todo, dedicándonos a saborear y vivir intensamente cada momento.
Por eso queremos chivarte nuestros planes favoritos para convertir un viaje a Marruecos y al desierto del Sáhara en una experiencia deliciosa, inspiradora y transformadora a partes iguales.
Retiro en el desierto del Sáhara
No hay nada comparable con pasar unos días sumergida en la inmensidad del desierto, compartiendo comida, Haima y costumbres con los sabios pueblos bereberes y descubriendo los cielos nocturnos del desierto.
Al no existir la contaminación lumínica, descubrirás que nunca habías podido admirar el firmamento en todo su esplendor: claro, despejado y revelador.
Por su parte, las tribus desérticas siempre nos enseñan algo: no te despedirás de ellos sin haber aprendido alguna lección sobre espiritualidad, respeto y alegría.
Convivir con este pueblo es un auténtico regalo, y sus ritmos musicales te harán soltar toda tu vergüenza, liberar tensiones y olvidarte de esos problemas tan importantes, que te parecerán insignificantes comparados con las vastas dunas de arena.
¡No hay mejor remedio para relativizar!
Y si ya combinas tu aventura en el desierto con un paseo mindfulness en camello desde Merzouga, una sesión de meditación al amanecer o clases de yoga contemplando la puesta de sol Tienes la receta para una escapada de conexión perfecta.
La magia del Atlas
La fortaleza Kashbah Ait Ben Haddou, en la vertiente sur del Alto Atlas, es uno de los lugares más insólitos y fascinantes de Marruecos, y por eso es parada obligatoria en todos nuestros viajes a esta zona.
Considerado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco desde 1987, este conjunto de kasbahs es uno de los más antiguos, de los mejores conservados y más espléndidos ksars -pueblos fortificados construidos con adobe- de Marruecos. Es todo un derroche de majestuosa belleza y un lugar con una energía muy especial.
El valle de las Gargantas del Dades es uno de los más interesantes del sur de Marruecos. De hecho, si tuviéramos que escoger un solo adjetivo para definir este paisaje regado por el río Dades, lo tendríamos claro: ¡es impactante!
La mejor forma de conectar con la naturaleza en esta zona es un paseo mindfulness. Con cada paso dejarás atrás problemas y preocupaciones, para fundirte con el presente y disfrutar de las preciosas vistas que nos ofrece este maravilloso entorno.
Visita Fez, la capital espiritual de Marruecos
Fez no solo es conocida como la capital espiritual y cultural de Marruecos; además alberga todo un abanico de colores, aromas y estímulos que no dejan indiferente a quien se pierde por las callejuelas de sus zocos y de su hermosa Medina (que ha sido declarada Patrimonio de la Humanidad).
Fez nos parece un tesoro escondido: es menos conocida que la excitante Marrakech, ¡pero mucho más auténtica!
De hecho, cuando conoces esta ciudad por dentro, te da la sensación de haberte embarcado en un viaje en el tiempo y el espacio.
¿Te imaginas conocer la primera universidad del mundo? Si vienes a Fez podrás hacerlo, pues su mezquita Karaouine, construida en el año 859, ha sido incluida en el libro Guinness de los Records por ser la institución educativa más antigua del planeta.
¡Es uno de nuestros básicos!
El pulso exótico de la legendaria Marrakech
Desde luego, que Marrakech sea una de las ciudades más turísticas del país no le quita valor: ¡por algo es tan popular!
La antigua capital del reino, conocida como la Ciudad Roja por el intenso color ocre de sus edificios, no deja indiferente a nadie.
Su carácter chispeante y la explosión de aromas, colores y sabores que nos regala contrasta con un cierto aire imperial, cosmopolita y multicultural que encandila a cualquiera.
Nos encanta pasear por sus laberínticos zocos en búsqueda de antigüedades bereberes y artesanía de la zona, mientras admiramos a los encantadores de serpientes o aprendemos el arte local del regateo, que florece en cada esquina.
Cuando las fuerzas flaqueen, no hay mejor plan para recuperar la energía perdida que deleitar las papilas gustativas con un delicioso té de menta en la animada plaza Jamma el Fna.
Esta plaza es el punto más emblemático de la Medina, pues es su centro neurálgico, donde todos los habitantes de Marrakech se reúnen. No hay mejor lugar para mimetizarte con el entorno, presenciar las costumbres locales y descubrir la más pura esencia marroquí. ¡El entretenimiento está garantizado!
Y si quieres relajarte como un auténtico marroquí, el Hammam es una parada indispensable: prepárate para una profunda renovación y para soltar todas las tensiones del día (y de la semana, y del mes, y del año).
¿Encontrarás las respuestas que buscas en las estrellas africanas?
¿O quizá todo haga clic en tu sesión matutina de meditación?
¿Serán los sabores especiados, o quizá los aromas a rosas y jazmín los que te conectarán con el presente y con el disfrute de los sentidos?
No sabemos cuándo y cómo alcanzarás ese estado de paz y reconexión con tu ser, así que lo mejor es que lo descubras por ti mismo: estamos deseando recibirte con los brazos abiertos para explorar el desierto juntos