No te pierdas las entradas anteriores de este viaje, Fes, Rabat y chefchaouen, y Marrakech.
El desierto del sahara cubre más del 30% de África. Es un paisaje en constante cambio, las dunas en movimiento por el capricho de los vientos. Para descubrir esta región que puede parecer poco hospitable, vamos de la mano de Maroc luxury travel, expertos no sólo en el desierto, sino en ofrecer experiencias de lujo auténticas.
Existen diferentes opciones para vivir esta experiencia: los pueblos desérticos más conocidos y accesibles son Ouarzazate (sede de varias filmaciones, entre ellas game of thrones) Merzouga, Erg Chebbi, Zagora y Erfoud. Los tramos entre las ciudades del desierto y aquellas más accesibles como Marrakech o Casablanca son muy largos, por lo que es recomendable hacer al menos un par en avión.
Nuestra ruta nos lleva de la siguiente manera: de Marrakech volamos a Zagora, para después tomar carretera, parar en m’hamid para comer, y continuar hacia Erg Chegaga, (erg = dunas, las dunas de chegaga) donde dormiremos una noche. Al día siguiente, regresamos a Zagora, paramos a comer y terminamos en Ouarzazate para volar de regreso Marrakech.
A medida que desaparece la “civilización”, nos acercamos cada vez más a la puerta del desierto. En M’hamid el gizlane, la última parada con carretera como tal, se acaba todo pavimento. Esta es una pequeña ciudad a las orillas del río Draa, y el último asentamiento antes de adentrarse en las dunas. De aquí en adelante la ruta desaparece por completo y no queda más que soltar el cuerpo para acompañar el subibaja de las dunas, acompañando el movimiento de la 4×4. No ha pasado ni media hora, y comenzamos a ver dromedarios silvestres, tranquilamente pastando una que otra hierba entre la tierra craquelada por el sol.
Un momento de reposo, una copa de vino blanco helada, una galletita marroquí y ahora si viene el momento que más he esperado: nos vamos en caravana de dromedarios a recorrer las dunas mientras comienza a caer el sol.
Desafortunadamente, el sol comienza meterse y no puedes quedarte a lo alto de una duna para siempre. Pero mashi mushkil, no hay problema. De regreso en el campamento, nos espera una gran fogata, un banquete marroquí, y una banda de músicos de Zagora, que nos acompañan tocando Gnawa, la música subsahariana de raíces africanas e islámicas. Entre el tambor, el laúd, y los cantos, parece ser una música espiritual casi de carácter ritual, así que hay que pararse a bailar al ritmo del desierto, con la luna llena de fondo y un centenar de velas rodeándonos. Es la noche en el desierto: mágica, misteriosa.
Vamos de regreso en caravana de 4×4 y ahora la ruta cambia. Mientras vamos dejando atrás las dunas, nos acercamos al valle del Draa, el río más largo de Marruecos, y en cuyos bordes las palmeras brotan como pasto después de la lluvia. Como en Marrakech, aquí las palmeras son sagradas y es ilegal talarlas. Junto con la vegetación y el agua, volvemos también a los asentamientos: una parada exprés en Tamegroute, el primer pueblo marroquí en hacer cerámica y que a la fecha sigue produciendo el mismo pigmento verde, inigualable en ningún otro lugar, que hace cientos de años.
La última parada desértica es en Zagora, dónde nos despedimos con un festín de ensaladas, que curiosamente al borde del desierto son mucho más frescas que en el norte de Marruecos: lechugas frescas con rodajas de naranja y azúcar espolvoreada por encima, jitomates rebanados finamente con cebollas y bañados en limón y aceite de oliva. Para terminar una deliciosa kefta tagine, de albóndigas. De postre un clásico marroquí: rodajas de naranja a la canela con agua de flor de naranjo.
Antes de lo deseado, ya estamos de regreso en la camioneta y rumbo a Ouarzazate, dónde tomaremos el avión a Marrakech. Se me ha ido esta experiencia como la misma arena del desierto entre los dedos: no tuve tiempo de sostenerla, y no ha dejado más que la impresión, el sentimiento, y unas ganas incontenibles de regresar.
Toma nota:
Esta experiencia en el Sahara de Marruecos fue organizada por Maroc Luxury Travel:Web: marocluxurytravel.com
Instagram: @marocluxurytravel
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