Cuando hace tres años se estrenó con gran éxito mundial la serie española “Élite”, nuestra cabecita loca nos llevó automáticamente a pensar en que “Élite” sería una de esas series que se prolongaría más allá de lo estrictamente necesario en pro de la rentabilidad económica, y aunque no nos queremos echar flores, ya os decimos que, acertamos plenamente.
Ya desde la primera temporada, algo nos olió a chamusquina cuando vimos que la mayoría de sus actores ya habían pasado, hace años, la edad de estar en un instituto provocando y resolviendo asesinatos (contados con la misma estructura temporada tras temporada) mientras participaban en más fiestas con alcohol y drogas que en exámenes en el mismo instituto.
Con todo, no os vamos a engañar, "Élite" enganchaba, era como ese chocolate en medio de un régimen de adelgazamiento, un “placer culpable” que entraba finamente y además nos divertía por momentos.
Con el fin de la temporada 3 de “Elite” y la confirmación de dos nuevas temporadas por parte de Netflix, nuestras sospechas de confirmaron y más cuando varios de los actores salieron del instituto y por ende de la serie, siendo sustituidos por otros que han acabado siendo réplicas de los que se fueron: chic@s mayores a la edad que representan pero que cumplen con todos los cánones estéticos (vaya, cuerpos 10) aunque de interpretación van más bien justos.
Las nuevas incorporaciones son presentadas en los primeros minutos de esta cuarta temporada de “Élite” son los hermanos Blanco: Mencía (Martina Cariddi), Ari (Carla Díaz) y Patrick (Manu Ríos), los hijos del nuevo director del instituto “Las Encinas”, Benjamín (Diego Martín), los cuales causarán todo un revuelo entre los alumnos.
La marcada personalidad de los hermanos no dejará indiferente a nadie ya que, mientras Ari es la snob hija de papa, Mencía es la díscola capaz de coquetear con las drogas y el sexo (tanto le da con hombres que con mujeres) y Patrick, muy pronto estará más interesa en ligar y enrollarse con Ander (Aron Piper) que en estudiar.
Como en temporadas anteriores, a la primera de cambio vemos que alguien acabará mal, en esta ocasión Ari, aunque claro, todo se aclarará al último capítulo.
Después de las primeras fiestas, una nueva sorpresa llega a “Las Encinas”, un nuevo alumno, Príncipe Phillipe (Pol Granch), heredero de un principado centroeuropeo. La llegada de Phillipe y con él, duras medidas de seguridad, pondrán en tensión a todos los alumnos.
Tratando de ocultar algo de su pasado, Phillipe se acaba acercando y enganchando de la chica más alejada socialmente de él, Cayetana, quien este año ha cogido el papel de limpiadora en el instituto después de abandonarlo como alumna. Quien también se pilla de alguien alejado de su clase social es Ari, aunque en esta ocasión su amor se lo tendrán que repartir, al igual que algún puñetazo, Samuel y Guzmán.
Y aunque os parezca mentira, hasta aquí lo que os podemos contar de esta cuarta temporada de “Élite”: sexo mantequilla (porqué el puritanismo impide la naturalidad) entre casi todos los alumnos, historias secundarias de prostitución, de fiestas y de lujo.
Fiestas, glamour y sexo vainilla en "Élite 4"
Técnicamente, esta cuarta temporada de “Élite” ha tenido varios cambios respecto a sus precedentes, según su equipo de dirección buscando convertirse en una serie más adulta, más desenfrenada y definitiva más descarada. Ya os avanzamos que nosotros, no lo hemos visto. Lo que hemos visto es que, partiendo del mismo paralelismo que el resto de temporadas, ya desde el primer capítulo vemos que alguien morirá o estará a punto de hacerlo, aunque en esta ocasión no habrá misterio, ni en quien es, ni en los motivos, ya que, la trama argumental y su desarrollo va más por otros derroteros, el principal, el supuesto morbo de buscar el sexo entre los alumnos con los cuerpos más perfectos del mundo (según marcan los cánones estéticos sociales del momento).
También se intentan explotar las relaciones entre alumnos de distintas clases sociales, pero una vez más, con tramas que ni encajan ni enganchan (las de Phillipe con Cayetana son de lo más aburrido de los últimos años). Lo que si consiguen es meter publicidad en casi cada escena (nadie puede negar que Lidl, Codorniu y el Hotel Riu no han pagado auténticas fortunas).
Interpretativamente, para los miembros de este equipo esta cuarta temporada de “Élite” continua exactamente igual que las tres primeras, con un casting frío y sin más gancho que ver sus cuerpos medio desnudos casi más tiempo que vestidos. Esta temporada, no vamos a destacar ningún trabajo, más que nada, porque ninguno destaca.
Bajo nuestro particular punto de vista, a esta cuarta temporada de “Élite” ha perdido el gancho de sus precedentes, las cuales, como mínimo enganchaban y, como hemos dicho antes, nos causaba ese placer culpable, que en esta echamos de menos.
Por todo lo que os hemos contado, nuestra nota para esta cuarta temporada de “Élite” es de un 3.5 sobre 10.
Título original: “Élite” – España
Género: Drama, Thriller, Adolescentes
Año de creación: 2018
Año de finalización: 2021 (cuarta temporada)
Capítulos: 32 (en cuatro temporadas)