Los expertos avisan de que, si esto sucediese (tradicionalmente la erupción del Eyjafjalla ha precedido a la del Katla), podríamos estar ante una gran crisis mundial, puesto que se podría cubrir el cielo de cenizas por un largo periodo de tiempo, cambiar el clima, y afectar, no sólo ya a los vuelos, sino a toda la población.
No obstante, mejor ser optimistas y de momento centrarnos en esa nube de cenizas que sigue, dependiendo de la velocidad y dirección del viento, dando disgustos a las compañías aéreas y preocupación a los viajeros.
Además, hay que tener en cuenta que el verano está a la vuelta de la esquina y muchos son los que ya han cambiado de planes para prevenir que las cenizas les amarguen sus pocos días libres. Especialmente, hay que ser precavidos si queremos viajar a Inglaterra e Irlanda. Ahora mismo es imposible averiguar si en julio y agosto seguiremos con la misma tónica, pero más vale prevenir. Aunque no lo creamos, existen otros medios de transporte además del avión. Obviamente pueden ser más costosos en tiempo y dinero, pero mejor eso que quedarnos en tierra, ¿no?
La opción tren es la más rápida para quienes visiten Inglaterra, ya que el Eurostar permite plantarnos en Londres desde París en poco más de dos horas. A este viaje podemos sumar un ferry si vamos a Irlanda, transporte también válido para visitar Escandinavia desde Europa.
No obstante, si todavía no has elegido tu destino, quizá lo mejor sería evitar los destinos del norte de Europa, que se conocen como los más afectados por la furia de la tierra islandesa. Sin embargo, nunca se sabe porque la nube también ha llegado a España... lo mejor, ante las fuerzas de la naturaleza, es cruzar los dedos y esperar. Eso sí, todas las aerolíneas están cooperando para que esto nos trastoque lo mínimo posible, devolviendo el importe de los billetes y cambiando viajes.
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