Después de nuestro último viaje en el que visitamos la maravillosa isla de Tenerife y que dividimos en dos partes, hoy vuelvo a traeros una ciudad alemana: Stuttgart y el bonito Esslingen am Neckar, situado en los alrededores de la famosa ciudad germana.
Este viaje lo realizamos junto a Lourdes (Rímel y Carmín) y su novio Kike, y acompañamos el post de un vídeo blog con la visita a ambas localidades. ¿Te animas a a venir con nosotros?
VLog con Lourdes, contandoos este viaje. ¡No os lo perdáis!
Stuttgart es la capital de uno de los estados (o Länder) alemanes, concretamente del de Baden-Wüttenberg, uno de los más ricos del país. La ciudad es una de las más grandes de Alemania, con unos 600.000 habitantes en total. En primer lugar, me gustaría comentar que, a pesar de su importancia y tamaño Stuttgart no es una ciudad tan atractiva como Múnich o Bamberg, sino que se trata de una mucho más industrial, y tan solo en el centro histórico podemos encontrar la belleza típica de otras ciudades alemanas.
Jardines situados en los alrededores de Schlossplatz, en Stuttgart.
Aislándonos momentáneamente de la capacidad industrial de la ciudad, si visitamos Stuttgart accederemos al centro de la misma, concretamente a Schlossplatz (plaza del palacio), plaza de gran tamaño donde se concentra la vida urbana, con calles peatonales y edificios y jardines muy reconocibles de la arquitectura germana.
Alrededores de Schlossplatz, Stuttgar, Alemania.
Aparte de la enorme concentración de personas que encontraremos aquí, las espaciosas calles peatonales y la cantidad de edificios y monumentos de interés convierten a esta plaza y sus aledaños en el punto neurálgico de la ciudad. No en vano, a lo largo de la vía principal que la atraviesa, Königstraße, se ubican numerosos comercios, restaurantes e incluso centros comerciales, así como la estación central (Hauptbahnhof), museos o la universidad de Stuttgart. La gran cantidad de comercios en esta misma calle hará las delicias de todos los amantes del "shopping".
Centro comercial en Königstraße, Stuttgart.
Dando nombre a la famosa plaza, en la parte posterior de la misma encontraremos entre amplios jardines un bonito palacio, con su correspondiente lago lleno de patos y cisnes tan característicos en la zona norte de Europa, y que supone un pulmón de aire puro muy agradable en pleno centro de una gran ciudad como es este caso.
Jardines, lago y palacio en los alrededores de Schlossplatz, Stuttgart.
Para completar el agradable paseo por los jardines y alrededores del palacio, podremos contemplar también la Ópera de Stuttgar, ubicada en un lugar inmejorable para aquellos que deseen disfrutar de este tipo de espectáculos. Eso sí, he de decir que el día de nuestra visita era completamente "alemán", con un frío intenso e incluso nevadas esporádicas que impedían disfrutar completamente del día. Esto es algo "obvio", pero que los que vivimos en este país aprendemos rápido: en cuanto asoma un rayo de sol debemos aprovecharlo, porque días grises y fríos hay muchos, incluso en primavera.
Ópera de Stuttgart.
Como ya comentaba anteriormente, Stuttgart es muy conocido por su potente industria. Entre ella destaca la automovilística, siendo conocida como la ciudad de Mercedes Benz, compañía que cuenta con un museo en la ciudad. Aparte de la conocida y prestigiosa marca de la estrella, la no menos impresionante Porsche también tiene aquí una importante presencia, y un bonito museo que os aconsejo visitar; nosotros así lo hicimos, y la experiencia merece muchísimo la pena.
Complejo y museo de Porsche, Stuttgart.
En primer lugar, el museo no sólo contiene modelos de todo tipo de la marca, sino también tendremos a nuestra disposición una audioguía (también en español) mediante la que podremos recorrer la historia de la marca, desde el primer modelo ideado por el genial ingeniero vienés Ferdinand Porsche, padre de la compañía. El primer modelo, cuya réplica podemos contemplar en el museo, data del año 1898.
Primer prototipo diseñado por Ferdinand Porsche, ni más ni menos que de 1898.
Entre otras curiosidades, en el museo podremos contemplar modelos muy singulares, como el Porsche que daba vida a Sally, personaje de la película de Pixar Cars, o el primer Volkswagen (o coche del pueblo), diseñado por el propio Ferdinand Porsche.
"Volkswagen" o coche del pueblo en el museo de Porsche, Stuttgart.
¿Reconocéis a Sally? El entrañable personaje de Cars está basado en el conocido Porsche 911 Carrera.
Esslingen am Neckar
Siguiendo un consejo, antes de abandonar Stuttgart nos acercamos a una ciudad situada en los alrededores, Esslingen am Neckar, denominada así porque el río Neckar atraviesa esta bonita localidad. Nada más poner un pie aquí ya percibimos el encanto de los pequeños pueblos alemanes, con edificios con tanta solera como la estación de tren y sus bonitas calles.
Estación de tren (Bahnhof), en Esslingen am Neckar.
Paseando por esta ciudad de unos 90.000 habitantes podremos disfrutar del encanto de sus calles empedradas, sus iglesias o la plaza del Ayuntamiento (Rathausplatz). En todo el centro histórico hallaremos edificios y monumentos de interés.
Bonita vista en Esslingen am Neckar.
Piolina y Lourdes en un puente sobre el río Neckar. Al fondo, una bonita iglesia y típicas casitas alemanas.
Especialmente llamativos son los típicos edificios germanos, hechos con tejados en ángulo agudo, con fachadas de diversos colores y acabados con vigas de madera, dotando a la localidad de un bonito paisaje que contrasta con sus abundantes viñedos. Y es que esta región también es conocida por sus vinos, especialmente y como suele ser habitual por aquí de vinos blancos, más propicios por el tipo de uva y clima que se da en la región.
Plaza del Ayuntamiento (Rathausplatz), Esslingen am Neckar.
Como no podía ser de otra manera, no puedo despedirme de un lugar sin daros un par de apuntes gastronómicos. La verdad es que no conozco mucho la comida típica de esta región, pero si algo sienta bien siempre en un frío día alemán es una visita a una de sus cafeterías-panaderías: un buen café caliente con uno de los bollos o tartas caseros que tanto gustan aquí nos revitalizará el alma antes de continuar con nuestro camino.
No olvidéis pasear por las calles es la ciudad y buscar una buena pastelería...
... ¡un café caliente y un pedazo de tarta os ayudarán a continuar el camino!
Y vosotros, ¿conocíais ya estas ciudades u otras de esta región? Espero que hayáis disfrutado de este post y de nuestro primer video blog, si os gusta continuaremos con un nuevo video vlog viajero en breve. ¡Un saludo a todos!
El viajero