El Imperio alemán y la Legión inglesa intentaban mantener sus posiciones a escasos metros los unos de los otros en un crudo invierno. Los soldados del Imperio Alemán decoraron las trincheras del Frente Occidental. Esa misma noche, trataron de paliar la fría noche al son de villancicos, con más fuerza al tratarse de la canción "Noche de paz". Los británicos, apoltronados a pocos metros, siguieron la canción de sus enemigos en su versión inglesa. La tensión se rebajó y las tropas se mandaron mensajes de felicitación a voz en grito. Poco a poco, los militares salieron de su agujero, disputaron varios partidos de fútbol y se intercambiaron pequeños regalos, como whisky o cigarrillos.
Sainsbury"s nos recuerda como la Navidad (o por qué no todo en la vida) hay que compartirlo con los demás, incluidos nuestros enemigos.