El colectivo Mexicana de Rotulación se encarga de preservar el valor y la identidad de los carteles pintados a mano
México es un país lleno de color, de detalles y formas que recorren sus calles en diversos soportes. Uno de ellos es la tradicional rotulación, el arte de dibujar letras y números que empezó en el siglo XIX gracias a C. W. Reinhardt, el dibujante que buscó una solución ante la necesidad de crear un tipo de letra sencilla y legible hecha a partir de trazos simples.Practicado en México desde principios del siglo XX, la rotulación es el oficio que se encarga de diseñar y pintar comerciales sencillos llenos de color e ingenio en donde conviven imágenes con tipografías variadas. Es común encontrar este trabajo sobre las paredes y vidrios de tiendas de abarrotes, lavanderías, plomerías, cerrajerías, carnicerías, fondas, taquerías, estéticas e incluso bares, convirtiéndose en una insignia del país.
El auge de la rotulación en México
Al terminar la Revolución Mexicana, empezó un auge de nuevos establecimientos, comercios y empresas que para vender sus productos y servicios, recurrieron a los rótulos como parte esencial para publicitarse. Todo local o tienda que tuviera acceso a las calles, plazas o mercados necesitaba un anuncio para atraer al consumidor mediante su sello personal.Los rotulistas con un conocimiento más práctico que teórico, atraían la mirada de nuevos clientes con un mensaje claro, atractivo y funcional –algunas veces con un toque de humor–. Sus trazos eran, en muchas ocasiones, herencia de familia y, en algunos casos, perfeccionados con estudios en dibujo técnico y dibujo publicitario, casi siempre guiados por el Manual Speedball (una guía para hacer lettering). Con el paso de los años, el oficio y su peculiar estética se convirtieron en pilar de la cultura visual de México, mezclando identidad de marca con diseño, publicidad y tradición.
La impresión digital y el declive del rotulismo
Los cambios económicos y tecnológicos de la segunda mitad del siglo XX y la llegada del diseño gráfico y la impresión digital trajeron consigo formas publicitarias más accesibles económicamente que, además requerían un menor tiempo de producción. Esto produjo un declive en el arte del rotulismo; el oficio prácticamente desapareció y los pocos maestros rotulistas que quedaban tuvieron que adaptar su trabajo y conocimientos a otras formas de producción.Mexicana de rotulación: al rescate de la identidad rotulista nacional
Para brindar una solución a esta situación, en 2015 se funda Mexicana de Rotulación, un proyecto dedicado a rescatar, compilar y compartir la profesión de rotulista, con el fin de generar conciencia sobre la existencia de esta actividad y de la habilidad que requiere, a través de maestros rotulistas de la Ciudad de México. Actualmente, Mexicana de Rotulación se encuentra en período de pausa, pero todo el contenido que realizaron sigue estando a disposición de cualquiera que quiera aprender el tradicional oficio.Te puede interesar:
- Fileteado porteño: ilustración y ornamentación de carteles, un curso de Alfredo Genovese.
- Lettering ornamental, un curso de Havi Cruz.
- Introducción al Sign Painting, un curso de Miguel Reyes.
- El cartel chicha: diseño y serigrafía del arte popular peruano, un curso de Elliot Tupac. En su momento, este rescate se puso en marcha en forma de talleres y exposiciones; después llegó un compilado de rótulos mexicanos en Instagram y dos excelentes videos documentales que explican al detalle el proceso de rotulación desde el conocimiento del maestro Rodolfo Huerta, quien hace mención a la esencia del oficio, pasando por los materiales, herramientas y habilidades requeridas (como el espaciado, la calidad de línea y la legibilidad del color).
A continuación puedes ver el proceso para realizar rotulación en vidrio con hoja de estaño y pintura de esmalte, explicado por el maestro rotulista Rodolfo Huerta: A continuación puedes ver el proceso para realizar rotulación en lámina galvanizada con pintura de esmalte, desde el boceto hasta las herramientas primordiales para su realización, y por supuesto, los trazos finales. Todo explicado por el maestro rotulista Rodolfo Huerta:
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