Esto gracias a un ambicioso proyecto para rescatar los ecosistemas de América del Sur, y que se liga con un gran logro que se dio en el vecino Chile.
Todo es parte de una iniciativa para lograr proteger el 30% del planeta de la depredación humana.
El proyecto andino
Chile, anunció en 2018 la creación de una nueva red de parques nacionales, con lo cual el país generó en su territorio una de las áreas protegidas más grandes del mundo.La red abarca una extensión de 45,000 kilómetros cuadrados, con lo cual son más grandes que toda Suiza, y es posible recorrerlos en una de las rutas de senderismo más hermosas del mundo.
Establecer una zona de conservación así no fue fácil, y el logro se dio en gran medida gracias al esfuerzo de Kristine y Doug Tompkins, quienes a través de la fundación Tompkins Conservation, compraron durante años grandes extensiones de tierra.
Todos estos kilómetros fueron liberados de la explotación humana, y fueron restaurados y cuidados hasta que, tras décadas de negociaciones, se logró que el gobierno chileno los convirtiera en parques nacionales.
Pero festejar este inmenso logro no fue suficiente, y una vez que los parques fueron entregados al gobierno de Chile, Tompkins Conservation, dirigida por Kristine tras el fallecimiento de Doug, fueron por más.
La mirada estaba ahora puesta en Argentina.
El rescate del Parque Nacional Iberá
En 2015, Tompkins Conservation firmó un convenio con el gobierno de Argentina para proteger el sistema de humedales de los esteros de Iberá.Los esteros, son parte de una de las zonas de mayor biodiversidad en Argentina, y forman parte del corredor turístico El Litoral.
Son también, al igual que la isla Albatros, un área importante para la conservación de las aves (AICA)
Además de conservar la zona, el proyecto más importante es la reintroducción de la fauna autóctona.
La caza y la destrucción del ecosistema, provocó que especies tan importantes como el jaguar, el yaguareté, el ñandú, el guacamayo aliverde y el ciervo de la pampa casi desaparecieran.
Gracias a el trabajo de la Fundación y el gobierno, todo estos, además del oso hormiguero gigante, la nutria gigante y el pecarí de collar, vuelvan a vivir en el ecosistema al que pertenecen.
El trabajo permite que todas estas especies, así como la flora, vuelvan a tener el equilibrio natural del que gozaron antes de que llegara el hombre.
Además, se trabaja en educación ambiental y en iniciativas comunitarias para que los pobladores locales conozcan y ayuden a conservar el área, convirtiéndose en aliados de la naturaleza.
Al igual que la ruta de los parques de Chile, toda la zona de conservación está abierta a los viajeros del mundo que quieren hacer ecoturismo y ayudar dejando recursos al proyecto y a las comunidades.
Otros lugares destacados
El reconociiento al Parque Nacional Iberá se da en el marco de la campaña de National Geographic, Last Wild Places (Los últimos lugares silvestres).Ésta surge ante la evidencia de que la destrucción de hábitats y la extinción de especies, son factores que incrementan la emergencia climática, rompen el equilibrio del planeta y nos llevan hacia una crisis que no hemos hecho suficiente por frenar.
Hoy, explica National Geographic, el 15% de las tierras del planeta y el 7% de los océanos son áreas naturales protegidas.
Sin embargo, para detener el deterioro del planeta y de nuestra calidad de vida, se requiere lograr proteger el 30% del planeta para 2030.
Sólo así, la naturaleza puede darnos los servicios esenciales para asegurar el futuro de la propia raza humana.
El Gorongosa de Mozambique, las praderas estadounidenses en Montana, y la reserva de Majete en Malawi son otros de los proyectos que forman parte de esta ambiciosa iniciativa.
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