El Real Madrid cierra la pretemporada con otra goleada

Afrontaba el Real Madrid su séptimo y último partido de pretemporada antes de encarar ya el deseado choque de Supercopa frente al Fútbol Club Barcelona. Y el colofón al mes de preparación de los blancos no podía haber tenido mejor guión. La victoria sobre el Tianjin Teda por 0 goles a 6 deja atrás una pretemporada perfecta para los madridistas.
En esta ocasión Mourinho alineaba de inicio a buena parte de los hombres que habían salido en la segunda mitad frente al Guangzhou Evergrande el pasado miércoles: Tomás Mejías, Sergio Ramos, Raphaël Varane, Raúl Albiol, Álvaro Arbeloa, Xabi Alonso, Di Maria, Fabio Coentrao (que regresaba al centro del campo) , Jesé, Kaká y Gonzalo Higuaín.
El primer aviso del cuadro blanco llegaba prácticamente con el pitido inicial. Jesé llegaba hasta la portería de Zhenyun, al que lograba regatear pero el joven canterano no hacía lo mismo con el defensor chino que le cerraba, rechazando el balón.
Esto era toda una declaración de intenciones y el Madrid se erigió en dominador absoluto de los primeros minutos del encuentro.
Pese a haberse incorporado en último lugar, Di Maria ha sabido recuperar todo el tiempo perdido y el argentino fue, sin discusión, el mejor hombre del primer tiempo. Una acción suya comportaba, a los 8 minutos, el penalty cometido por Cao Yang. Lo chutaba Kaká, necesitado de una confianza que le empujase a convertirse en la referencia ofensiva sobre el terreno de juego, algo que finalmente no consiguió, pese a transformar el penalti, elevando así el 0-1 al marcador.
El Tianjin aparecía poco con algunos centros al área que no entrañaban ningún peligro para la zaga madridista.
Poco se hizo esperar la recompensa para el que estaba siendo el mejor hasta entonces. Di Maria lo había seguido intentando tras el gol y fue en el minuto 14, cuando el argentino marcaba con la zurda un rechace desde dentro del área. Lo había intentado antes con una vaselina a pase de Coentrao pero el guardameta chino despejaba sin contundencia, dejando el balón muerto a los pies del fideo, que no perdonó.
Apenas había transcurrido un cuarto de hora y el Real Madrid vencía ya por 0 goles a 2 en un partido que dominaba plenamente.
Jesé volvía a intentarlo tan sólo 4 minutos después en una jugada ensayada. Cao Yang había cometido una falta sobre Sergio Ramos que Xabi Alonso se encargó de sacar. El de Tolosa se la enviaba a Jesé y este disparaba alto.
El tanto para el equipo local pudo llegar en el minuto 22 cuando, en una desafortunada acción de la defensa madridista, Sergio Ramos se la cede a Jesús, que había salido en el minuto 20 por Tomás Mejías, y este no acierta en el control. El balón se estrelló, por fortuna para los de Mourinho, con la madera de la portería. Susto sin mayores consecuencias.
El resto de la primera parte fue una sucesión de intentos por parte del Real Madrid, con Jesé y Di Maria como hombres más destacados. La superioridad blanca pudo con los nervios de algún jugador del Tianjin, como Luciano Olguín, a quien Mourinho reprendía su codazo sobre Coentrao a la media hora de partido.
En medio de las llegadas del Madrid, se producía también el primer cambio: Sergio Ramos se retiraba del terreno de juego tras adolecerse de las molestias en la espalda que el sevillano viene arrastrando durante la pretemporada. Salía en su lugar Nacho. Minuto 39.
En la segunda mitad se mantenía el bloque inicial, con tan sólo algunos cambios: Iker Casillas salía por Antonio Adán, Sami Khedira lo hacía por Xabi Alonso y José Callejón por Ángel Di Maria.
El curso del partido siguió por los mismos derroteros que en la primera mitad. A 4 minutos del reinicio Callejón estuvo a punto de hacer el tercero. La subió por la banda Higuaín, culminando con un pase atrás hacia su compañero, que remató por encima de la portería del Tianjin.
Las oportunidades para los blancos seguían dándose, de mano de Jesé e Higuaín, algo ansioso por anotar su primer tanto en la pretemporada de su equipo.
Los locales seguían intentándolo en tímidas y contada contras. El Real Madrid había bajado ligeramente el ritmo tras la reanudación y eso se notó en un par de embestidas del equipo chino.
Lo había intentando con insistencia Higuaín y en el minuto 66 el argentino tuvo su recompensa. Remataba muy forzado el ‘Pipa’ y su balón, con algo de fortuna, entraba tocando en un defensa. Fue la última jugada del delantero madridista, que acto seguido fue sustituído, junto a Coentrao por los dos pichichis de la pretemporada blanca: Cristiano Ronaldo y Karim Benzema.
Y 7 minutos le hicieron falta al ‘7’ para marcar su séptimo gol. Una fantástica jugada colectiva del Real Madrid sirvió para elevar el 0-4 al luminoso. Khedira se la pasa a Cristiano; este toca para Özil y el alemán se la devuelve de primeras. Benzema deja pasar y Cristiano dispara con la izquierda. El Madrid empieza a jugar de memoria y eso se va notando en jugadas como esa.
Cristiano Ronaldo y Benzema seguían haciendo alarde de su gran sociedad dentro del campo con continuas arremetidas.
En el minuto 78, tan sólo 5 más tarde, el otro pichichi reivindicaba su oportunidad. Extraordinaria la jugada de Marcelo y Cristiano por la izquierda. El portugués se la manda a Benzema y éste marca el 0-5.
Y de nuevo 3 minutos más tarde, sentencia del astro francés, que clama a gritos por una titularidad bien merecida a tenor de lo demostrado en esta pretemporada. No estuvo fina la defensa china en el último gol de Benzema, que no perdonó y puso el 0-6 definitivo en el marcador.
Cerraban el encuentro un par de ocasiones de Cristiano Ronaldo y Callejón respectivamente, aunque ninguno de los dos aumentó una diferencia que era ya abismal, frente a un equipo de la mitad de la tabla.
Los blancos ponen, de esta manera, punto y final a una pretemporada magnífica con unos números inmejorables. El Madrid se consuma como colectivo y confirma la contundencia anotadora de la que ya hizo gala en la pasada campaña. Al otro lado de la balanza y como notas negativas, la lesión de Sahin, que no han permitido a la afición poder valorar la calidad del jugador turco-alemán y las eternas sombras que envuelven a la figura de Kaká.