Después de casi 60 años, hablar de uno de los grandes dramas que hemos tenido que vivir como sociedad durante el pasado Siglo XX continúa doliendo, aunque continúa siendo necesario hacerlo para que nadie olvide la barbarie de que es capaz el ser humano, y no solo con el planeta sino también con sus semejantes.
Son múltiples los autores que lo han hecho con grandísimo acierto, por ejemplo, Thomas Keneally con su obra “El arca de Schindler” (que años más tarde adaptaría al cine Steven Spielberg con su brillante “La lista de Schindler”), o las memorias del músico polaco Wladyslaw Szpilman, “El pianista del gueto de Varsovia” que fue llevada al cine por Roman Polanski en 2002 bajo el título “El pianista”.
Hoy en este pequeño rincón os queremos hablar de esta gran película de Roman Polanski, “El pianista”, ganadora de la Palma de Oro de Cannes, varios premios César y tres premios Óscar.
“El pianista” empieza presentándonos a Wladyslaw Szpilman (a quien da vida Adrien Brody) un pianista polaco y judío de cierto renombre que trabaja en una radio de Varsovia cuando empieza la invasión nazi de Polonia, siendo uno de los primeros lugares bombardeados. Cuando Szpilman llega a casa y junto a su familia, escuchan que Francia e Inglaterra han declarado la guerra a Alemania, alegrándose de ello y vaticinando que esta será corta y propicia para ellos.
Por desgracia, se equivocaban y meses después, con todos sus derechos menoscabados (no pueden tener dinero y deben ir marcados por la calle), los judíos son obligados a ocupar un barrio concreto de Varsovia que, en nada, se convierte en un auténtico Gueto desde donde deberán enfrentarse al hambre, al maltrato alemán, a las torturas y, como no, a la muerte.
Meses después, todos los judíos del gueto son obligados a abandonarlo para ser llevados, aunque ellos no tengan confirmación, al campo de exterminio de Treblinka. Cuando ya estaba a punto de entrar en el tren con su familia, Szpilman es “salvado” por un antiguo amigo suyo, un miembro de la policía judía de Varsovia.
A partir de este momento Szpilman se ve con la obligación de sobrevivir en el devastado Gueto de Varsovia haciendo lo que buenamente pueda hasta que consigue contactar con antiguos amigos no judíos que, jugándosela, le ayudan para que pueda salir del Gueto y pueda vivir escondido en algunos pisos francos de la resistencia.
Tiempo después de haber presenciado duras represiones y masacres, el ejército nazi decide acabar con la resistencia destruyendo todo el Gueto. Por poco, pero Szpilman sobrevive, aunque desde ese momento debe afrontar, en solitario, el hambre, las enfermedades, el frío extremo y la propia autodestrucción psicológica.
En el último suspiro de sus fuerzas, Szpilman se cruza con Hosenfeld, un capitán del ejército nazi quien, antes de tomar una decisión le dice a Szpilman que toque algo en el piano. ¿Cuál será el resultado de esta audición privada? ¿Sobrevivirá Szpilman a la invasión nazi? Como ya os podéis imaginar, nosotros lo sabemos, pero para nada, os lo contaremos aquí.
Adrien Brody dando vida a Wladyslaw Szpilman
Técnicamente, nos quitamos el sombrero ante el soberbio trabajo de Roman Polanski quien, con extremo realismo es capaz de reflejar el drama de lo que tuvieron que vivir los judios en el Gueto de Varsovia haciéndolo con absoluta sobriedad, sin divismos, sin buscar moralejas, aunque eso sí, mostrándonos en cada secuencia la degradación progresiva que vivió la sociedad, como quien ve acercarse la guadaña de la parca sin poder hacer nada.
No nos olvidaremos en este apartado tampoco de dos puntos más que, para nosotros son claves en “El pianista”, la excelente fotografía, con unos primeros planos brillantes en un fondo de destrucción brutal, y sobre todo, la acertada elección de su banda sonora, donde por encima del estruendo de la guerra, suena siempre la música clásica.
Interpretativamente, queremos resaltar el soberbio trabajo de Adrien Brody dando vida, brillantemente a Wladyslaw Szpilman, un hombre que, con sus gestos y su postura consigue darle un realismo total al sufrimiento de un hombre que debe dejar atrás su filosofía de vida para buscar, incluso bajo las piedras el menor soplo de aire que le permita sobrevivir.
Sin lugar a dudas “El pianista” es una de esas obras que todo el mundo debería ver, como mínimo una vez en la vida ya que, para nosotros, es una de esas películas irrepetibles, una auténtica joya del cine, una Obra Maestra.
Por todo lo que os hemos contado, nuestra nota final para “El pianista” es de un 9 sobre 10.
Título original: “The pianist” – Reino Unido – 2002
Dirigida por: Roman Polanski
Duración: 148 minutos
Género: Drama, Histórico, Biográfico