Jamás había oído hablar de este parque, a pesar de vivir en Madrid toda mi vida. Situado en la Alameda de Osuna y como su propio nombre indica, es el capricho de una duquesa, la de Osuna, que en 1784 mandó construir por los mejores especialistas de la época. Contiene una variedad inmensa de plantas, árboles y flores, que vas descubriendo al adentrarte por alguno de los senderos semiocultos que parten de los caminos marcados. Además de la diversidad floral, el parque cuenta con todo tipo de paisajes, zonas boscosas, lagos, explanadas verdes, caminos que se ocultan entre la maleza, anchos paseos de arena, plazas... Una auténtica maravilla!
Entre todo este universo verde, vas encontrando a cada paso pequeñas construcciones de todo tipo, una casita de madera, un palacio, una casa de caña de bambú, un pequeño casino, una ermita... Todo parece estar milimétricamente estudiado, cada espacio parece diseñado para provocar una sensación diferente. Cada rincón es distinto al anterior, sin perder la conexión entre ellos... Ahora entenderéis porqué se ha convertido en uno de mis lugares favoritos...
Lo que no pudimos ver y nos hará repetir excursión ;) es el búnker de 2000 metros cuadrados que se se construyó en 1936 y sirvió de refugio al bando republicano. Un espacio a 15 metros de profundidad y con capacidad para soportar bombas de hasta 100 kilos, debe ser cuanto menos, impresionante, no? Aunque la entrada es gratuita, el acceso está restringido y solo puede visitarse bajo cita previa. Podéis ampliar información de horarios en la página de turismo de Madrid.
Qué os parece el descubrimiento de hoy?
Un abrazo!!
Fotos: Sara González Carrasco