El Parque de El Capricho es un parque y zona verde situado en el barrio de la Alameda de Osuna, en el distrito de Barajas, al noreste de la ciudad de Madrid, España. Fue mandado construir por la duquesa de Osuna entre 1787 y 1839. Cuenta con una superficie de 14 hectáreas.
Está considerado uno de los parques más bellos de la ciudad. De sus rincones destacan la plaza de El Capricho, el Palacio, el estanque, la plaza de los Emperadores, o la fuente de los Delfines y de las Ranas.
Es el único jardín del Romanticismo que existe en Madrid. Muestras de ello son el laberinto de arbustos, los edificios, como el palacete, la pequeña ermita, o el hermoso salón de baile, además de los riachuelos que lo recorren y estanques, donde se pueden encontrar cisnes y patos.
La Duquesa de Osuna fue una de las damas más influyentes de la nobleza de aquella época y una importante mecenas de artistas y escritores.
En 1783 se compró este terreno en las afueras de Madrid para crear un espacio de recreo y descanso su construcción duró 52 años. Le encargó su diseño a arquitectos italianos y franceses, pero no pudo ver el “su capricho” terminado, pues falleció cinco años antes de que las obras fueran totalmente concluidas.
La influencia francesa está clara, teniendo en cuenta que mientras se ejecutaban las obras de construcción, tenía lugar la invasión francesa en España. Durante este periodo convulso, la Duquesa perdió la propiedad del parque, aunque una vez finalizada la guerra, la volvió a recuperar, pero en un estado ruinoso. Por ello inició una reforma sin reparar en gastos, dando rienda suelta a sus caprichos: se repoblaron diversas especies arbóreas, se restauró el casino que utilizaban para el baile y un palacete.
Su mayor ilusión era mostrar al mundo entero la belleza y esplendor de su obra. Cuando la duquesa falleció en el año 1834, la propiedad del Parque, pasó a su nieto Pedro de Alcántara.
Durante la Guerra Civil, en la que Madrid fue escenario sangriento de cruentos combates, se construyeron en el mismo parque varios refugios antiaéreos subterráneos donde se cobijó el Estado Mayor del ejército de la República que estaba dirigido por el General Miaja. Fue conocida como la "Posición Jaca". Desde este lugar se planificaba la resistencia del ejército republicano en Madrid.
Después de la Guerra Civil, el Parque del Capricho cayó en el olvido y estuvo a punto de sucumbir a la invasión de las plagas hasta el año 1974, en el que el Ayuntamiento de Madrid decide comprarlo, y esto significó un nuevo renacer.
En 1980 fue declarado Bien de Interés Cultural y justo un año después, comienzan las reformas profundas que lo han convertido, actualmente, en un rincón emblemático, lleno de nostalgia y sobre todo?misterio.
El Parque del Capricho es un lugar mágico que te transmite muchas sensaciones: naturaleza, relajación, viajar a otra época, nostalgia, romanticismo…
La duquesa quiso recrear en su propiedad un lugar lleno de símbolos, relacionados con la alquimia y la magia, fruto de una corriente espiritual que se estaba extendiendo por toda Europa. Ella quiso plasmar todo ello en su Parque, puesto que ella y su marido eran masones.
Si buscamos elementos extraños en el parque podemos encontrarnos con varios símbolos. Todas las construcciones están relacionadas unas con otras y ninguna se queda al margen.
Por ejemplo, al templete con la estatua de Baco, se llega tras pasar por un laberinto de arbustos que representa la dificultad. El dios Baco, es conocido como el Libertador, porque liberaba a uno de su ser normal, mediante la locura, el éxtasis o el vino.
En la alameda existen figuras alegóricas como la de Saturno, que era el dios que poseía el secreto de saber cómo se separaban los metales. En la escultura se halla comiéndose a su hijo.
Hay otro laberinto más pequeño que produce bastante angustia por el sentimiento de pérdida que tienes desde el momento que entras a él.
También hay una serie de grutas que simbolizaban el regreso a la primera edad del hombre. Al inicio de los tiempos; a la oscuridad y las necesidades primitivas del ser humano.
También hay varias fuentes que simbolizan el conocimiento y la sabiduría, donde el agua se presenta como fuente principal de la vida.
Otro edificio muy hermoso y a la vez enigmático es la Casa de la Bruja, una reproducción de una casa de campesinos.
Cuentan que en el interior de esta casa habían varios autómatas, figuras de campesinos trabajando: unos labraban, otros, recogían los frutos.
En el interior de estos muñecos, que ya no existen, había un mecanismo que hacía que se movieran. Estas máquinas eran muy utilizadas, a mediados del siglo XIX, en los trabajos de relojería.
También puedes ver cines y patos en el parque, que simbolizan al sol y faisanes que son considerados los pájaros de Hermes.
Pero muchas personas cuentan han visto otra clase de seres. Visitantes, guardianes del jardín e incluso personal de mantenimiento aseguran que hay dos fantasmas que vagan por el Parque del Capricho de Madrid. Eligen las últimas horas del día, antes del anochecer.
Uno de ellos es el alma de Mariano Tellez Girón, el último Duque de Osuna que dilapidó toda su herencia y condenó al parque al olvido y la destrucción. Tras una vida despreocupada, llena de excentricidades y derroche, acabó completamente arruinado y subastando el parque. Dicen que su alma vaga por los paseos y entre los arbustos y que, de vez en cuando, se pueden escuchar sus tétricos lamentos.
El otro fantasma es el alma de una persona bondadosa y entregada. Cuenta la leyenda que un día, se acercó al Parque del Capricho un mendigo que pidió ayuda a los Duques de Osuna.
Estos le dieron cobijo en una pequeña ermita que había dentro del parque. Cómo condición a este alojamiento le pidieron que se convirtiera en ermitaño.
Así que, este buen hombre, dedicó toda su vida a rezar pidiendo por el alma de los duques y por su protección. Como buen ermitaño que era ya no volvió a cortarse el pelo ni las uñas durante el resto de su vida. Cuando murió, le enterraron a los pies de la ermita. Se dice que le han visto vagar por los alrededores de la ermita con un pelo larguísimo y unas uñas?
Pero además de la historia y misterios que os he contado, el Parque del Capricho también presume de poseer ciertas curiosidades.
Durante la década de los sesenta fue escenario de películas del oeste y de una escena amorosa delDoctor Zhivago.
En uno de los templetes se rodó la escena de amor entre los protagonistas, habiéndose recubierto toda la plaza con nieve artificial para que pareciera Moscú.
El Parque del Capricho tiene un puente de hierro que fue construido en 1830 cuando aún no se había utilizado este material por los ingenieros de caminos. De hecho es el primero de toda España.
Otra de las curiosidades del Parque del Capricho es que existían dos castillos en frente uno de otro.
Uno de ellos del siglo XIV, del cual solo existe una torre y el otro es del siglo XVIII. Representan el enfrentamiento entre dos épocas, dos tradiciones y dos mentalidades diferentes.
Os recomiendo que realicéis una visita guiada donde aprenderéis más cosas de las que os he contado aquí.
Si estáis en Madrid o pensáis visitarla, no dejéis de acudir a este Parque del Capricho? ¿Quién sabe si no os encontraréis con el ermitaño o el fantasma del último Duque de Osuna?
Podéis consultar los días de apertura, horarios, mapa y actividades en la web del Ayuntamiento de Madrid.
Fuente: http://bit.ly/1u5CSjl
Archivado en: ¿Qué es Decorapolis?