El Monasterio de Piedra se construyó en 1194, por los monjes de la Orden del Císter, junto al río Piedra. Durante años fue una fortaleza de gran importancia en la guerra contra los musulmanes, pero el rey Alfonso II de Aragón cedió el castillo y sus tierras a los cistercienses, que tardaron 23 años en construir su monasterio. Debido a su construcción en tanto tiempo, el monasterio presenta características arquitectónicas y artísticas góticas, y también el estilo austero y luminoso de la arquitectura cisterciense.
Este monasterio ha sobrevivido a varios ataques de bandidos, que llegaron a incendiar varias zonas, y a la ocupación por parte del ejército francés durante la Guerra de la Independencia, pero actualmente se conserva en un estado inmejorable. Como puede apreciarse, este monasterio es un importante enclave cultural, que asombrará al visitante con su historia y sus restos.
Pero sin duda, uno de los mayores atractivos del Monasterio de Piedra, es el Parque Natural que le rodea. El río Piedra, a su paso por la zona, forma innumerables cascadas, grutas naturales y pequeños lagos, dotando al paisaje de una belleza única, digna de ser admirada. De hecho, algunos consideran que la verdadera iglesia del monasterio son las grutas naturales y sus cascadas, situadas en medio de frondosos bosques.
El lugar más importante del parque natural es la 'Cascada Cola de Caballo', la más grande y llamativa de la zona, con 50 metros de altura. Pero también el 'Lago Espejo', la 'Gruta Iris', el 'Lago de los Patos', o la 'Cascada Caprichosa', harán las delicias de los visitantes.
Fuente: Flickr - Carquinyol
Este lugar es ideal para practicar senderismo, ya que posee unas rutas amplias, que permiten admirar el parque natural y el monasterio en todo su esplendor.