Casi dos meses después del terremoto que asoló Nepal, investigadores del Servicio Geológico de los Estados Unidos (USGS) han descubierto indicios de que el terrible seísmo ha podido afectar de forma indefinida a la montaña más alta del mundo, el Monte Everest. Como sabemos, el Everest está situado en el Himalaya, justo en la frontera de China y Nepal, una ubicación geográfica que le ha colocado dentro del área de influencia del seísmo catastrófico, una tragedia humanitaria que sigue convulsionando a la comunidad internacional. El primer seísmo que se registró en El Nepal poco después de las 6 de la mañana del 25 de abril alcanzó una magnitud de 7,9 puntos en la escala sismológica de Richter y de 9 en la escala de 12 grados de Mercalli. Para hacernos una idea: la tremenda potencia explosiva que se produjo durante el primer terremoto sería comparable al estallido de 375 bombas atómicas como las que asolaron Hiroshima el 6 de agosto de 1945. Las posteriores réplicas tuvieron magnitudes menores, pero se llegaron a registrar más de 25 nuevos temblores, seísmos que multiplicaron los daños materiales y humanos en el entorno del foco del seísmo. Las consecutivas liberaciones de energía afectaron gravemente a la configuración de las placas tectónicas del subsuelo provocando que chocaran entre sí y elevaran el nivel del suelo de pueblos, ciudades y, como decíamos en nuestro titular, del terreno sobre el que se asienta el Monte del Everest.
En un primer momento se creyó que el cambio de altura del Everest sería un fenómeno pasajero, pero los geólogos expertos geólogos del USGS afirman que esta modificación podría ser permanente. Las primeras investigaciones apuntan a que toda la zona del monte más alto del mundo podría haberse movido unos 10 centímetros en sus dos planos, el vertical y el horizontal. En una nota de prensa emitida a finales de abril diferentes investigadores y científicos europeos afirmaron que los satélites habían registrado una merma en la altura total del Everest de unos 2 centímetros y medio. Actualmente se están recaudando los fondos necesarios para investigar más a fondo el problema y determinar si, finalmente, el Monte Everest sigue siendo, o no, la montaña más alta del mundo.
Imagen:“Mount Everest (topgold)” by Bernard Goldbach - flickr.com. Licensed under CC BY 2.0 via Wikimedia Commons.