Un deseo incoherente está destinado a morir con el paso de los días.
La coherencia va de pensar, sentir y comportarte de forma única. Un deseo nace de un pensamiento engendrado en tu cabeza. Éste puede ser tuyo o adoptado de la sociedad en que te ha tocado vivir. En el segundo caso te darás cuenta porque la emoción que acompañará a tu pensamiento será incomodo. Podrás mostrar mucha fuerza de voluntad y vencerlo para convertirlo en acción. Y así estarás pensando una cosa, sintiendo otra y actuando bajo dogmas heredados de vete a saber donde. Conclusión, te habrás convertido en un ser incoherente.
Lo gracioso es que todos, incluidos los incoherentes (que por cierto, somos la mayoría), soñamos, visualizamos momentos futuros que nos hacen vibrar e ilusionarnos porque nos parece que cuando lleguemos a ese puerto será momento para ser felices y disfrutar plenamente de la vida. De aquí es de donde nacen los sueños incoherentes. Ilusiones basadas en el ego y alimentadas por unas creencias que no son mas que expectativas y dogmas externos. Castillos de naipes o de arena.
El tiempo tiene la capacidad de desenmascarar a todo impostor y un sueño incoherente es uno de ellos. Así que vuelvo a mi sueño y pienso en lo grandioso que podría ser escribir un libro, o mejor dicho, en tener escrito uno. Entonces me pongo a leer por Internet como podría hacerlo y que pasos tendría que seguir para que me lo editasen. Y termino haciendo análisis sobre que temas interesan mas y sobre que productos podría vender relacionados con dicha temática.
El Ego no quiere que escribas, lo que desea es que Ganes mucho Dinero.
Es una locura, el ego se ha puesto al mando de la situación. Ya estoy pensando en escribir para ganar prestigio o marca personal, escribir para conseguir un beneficio económico, escribir para dejar un trabajo (digamos seguro, si es que se puede decir eso) por una profesión aún mas lucrativa. Pero entonces me pregunto, ¿la inspiración nació tras la creación del dinero?. Yo pienso que no, así que dudo que la primera (inspiración) pueda alimentarse desde el estrecho prisma de visión del segundo (dinero).
Pero el Ego tiene muchas formas de tomar el control y cuando lo hace vuelve a recordarte que tienes que comer y para ello has de ganar dinero. Y ahí surge el deseo de la inmediatez, del resultado instantáneo que produzca ingresos en el momento. Llegados a ese punto, el señor Ego toma asiento y descansa.
Escribir un libro es un acto de vocación, no es un acto de rentabilidad.
Y llegamos al destino, libro publicado y 3000 ejemplares vendidos. ¿Se puede vivir con eso?. Un par de meses, apurando cuatro o cinco si eres cauto y tu lista de pasivos es fina como una hoja de papel. Así que te das cuenta que el verdadero éxito no está en el destino sino en disfrutar del camino de escribir cada página, de redactar cada párrafo, de pensar y madurar cada idea, de aprender del proceso para conocerse mejor a uno mismo. ¿Tiene eso precio?.
Son meses de trabajo, esfuerzo que se nutre de mucha energía y recursos que deberás negar a otras muchas cosas. ¿Es ésto posible?, yo pienso que si escribes por vocación si, pero si lo haces pensando en rentabilidad entonces estás perdiendo el tiempo porque aquí la rentabilidad se mide en satisfacción, en sentimiento de utilidad con uno mismo y con los futuros lectores. Rentable es sinónimo de salud física, mental, emocional y también espiritual (entendiendo ésta como una vocación que te alinea con tus verdaderos valores y esencia).
Así que todo lo que no es deseo incongruente, es pasión respetando la congruencia de tu ser. Y actuar desde tu ser es un motor que se mueve para impulsarte hacia tus verdaderos sueños.