La Pimpinella Anisum conocida como Anís y con otros nombres como Matalahuva o Anice, es una planta de la familia de las Umbeliferas que crece espontáneamente en los campos, pero que por su agradable olor y utilidad, se cultiva en huertas y jardines.
Valor terapéutico
Combate los gases del estómago y de los intestinos, y los cólicos del vientre. Favorece la acción digestiva, aumenta la leche de las madres en lactancia.
El aceite extraído de la semilla es anti parasitario. Si se friccionan con él el vientre, calma los cólicos. Da buen resultado en las diarreas especialmente en niños. Se recomienda su uso externo.
Modo de uso
Se emplean las semillas, en infusión a razón de una cucharada sopera para cuatro tazas de agua y se toma esta cantidad durante el día. Aclaramos que una dosis superior puede provocar alergias tal como lo indicamos a continuación.
Precauciones
El anís verde y el anís estrellado son plantas muy diferentes que, sin embargo, presentan propiedades y sabor similares.
Los beneficios del anís verde y del anís estrellado se deben fundamentalmente a su aceite esencial, rico en el monoterpeno anetol.
Pero el anetol puede provocar alergias en algunas personas, y presenta efectos secundarios de gravedad si se abusa de él. Los más propensos a sufrir los efectos adversos del anís verde y el anís estrellado son los bebés.
El anetol, consumido en dosis elevadas, es un neurotóxico. La ingesta de anís verde o de anís estrellado en cantidades adecuadas no supone riesgo alguno para la salud, salvo a las personas alérgicas. Pero cuando se ingiere demasiado anetol en un día y/o durante un periodo de tiempo continuado, pueden aparecer síntomas que van desde espasmos musculares, hasta la confusión mental y la somnolencia, por el efecto narcótico del principio activo.
Los riesgos de intoxicación por anís verde o estrellado aumentan cuando se emplean para uso interno en forma de aceites esenciales puros. Si se recurre a infusiones o polvo molido resulta difícil llegar a intoxicarse, pues la toxicidad del anís verde es baja, como también lo es la toxicidad del anís estrellado.