Siempre se ha dicho que lo mejor para aprender un idioma rápida y eficazmente es hacerlo en el país de origen, es decir, donde podemos encontrar hablantes nativos por todas partes, trabajando lo que se llama la inmersión lingüística.
Para aprender inglés ocurre exactamente igual y plantearnos realizar cursos de inglés en el extranjero, además de ser una genial idea para avanzar con el idioma, también es un modo muy interesante de conocer otras culturas y hacer turismo.
Aprender inglés fuera de la vista de la Torre de Londres
Aunque lo habitual al pensar en la enseñanza del inglés es tener como referencia una ciudad tan cosmopolita como Londres, lo cierto es que hay otros muchos destinos en Reino Unido mucho más apropiados.Está claro que la capital de Inglaterra resulta muy interesante para cualquier viajero por su historia, por sus múltiples localizaciones icónicas, como el London Eye, las vistas al río Támesis o el Big Ben o por los barrios más de moda que inundan la ciudad.
Pero justamente por eso, por ser una ciudad tan turística, plagada de personas de todas las nacionalidades y venidas de cualquier parte del mundo, no siempre es fácil escapar al español y centrarse únicamente en mejorar nuestro nivel de inglés.
Sin embargo, si estamos decididos a estudiar inglés en Inglaterra, hay otras muchas propuestas, más alejadas del bullicio londinense donde podremos aprovechar mejor nuestra estancia, tanto si lo hacemos en una residencia de estudiantes como si preferimos vivir con una familia de acogida.
Tampoco hay que cerrarse únicamente al Reino Unido, puesto que el inglés es idioma oficial de otros muchos países donde realizar un programa de inglés igualmente provechoso.
Si no tienes muy claro todavía cuál es el destino para aprender inglés que mejor se adapta a ti, quizá alguna de las siguientes propuestas te convenza.
Dublín: donde disfrutar del ambiente irlandés
La capital de Irlanda es un destino muy solicitado y habitual en el que aprender inglés de forma activa ya sea haciendo amigos en cualquier pub o en alguna de las actividades de ocio que se ofertan asiduamente.Además es una ciudad muy cosmopolita, con un agradable ambiente juvenil y donde las oportunidades de encontrar trabajo son factibles, por lo que si tenemos suerte, podremos costearnos los cursos de inglés con nuestro salario.
Lo único que puede desalentarnos es el alto precio de las viviendas y que un alquiler nos puede salir por un ojo de la cara. Por eso es preferible buscar opciones más asequibles, como alojarnos con una familia o compartir piso fuera de la ciudad o en un pueblecito. Eso sí, para practicar inglés es mejor hacerlo en Dublín, puesto que el acento irlandés es distinto al británico y en zonas más alejadas de la capital no será sencillo entenderlo.
Malta: la perla del Mediterráneo y del buen clima
Parece una tontería, pero no lo es; si estamos acostumbrados al buen tiempo y no soportamos el clima británico, con esas lluvias que aparecen cuando menos te lo esperas, aprender inglés en Malta puede ser la mejor elección.Con los últimos años, Malta se ha convertido en uno de los destinos preferidos por muchos españoles por su agradable clima, las bonitas playas y una gastronomía muy completa y para todos los gustos, con platos mediterráneos influenciados por sus vecinos italianos y con toques árabes.
Además, su nivel de vida es más bajo que el que se puede dar en Inglaterra, por lo que si contamos con un presupuesto ajustado, le sacaremos más partido aquí. Por otro lado, las principales compañías aéreas ofrecen vuelos a Malta, por lo que no resultará difícil adquirir billetes a buen precio, eso sí casi siempre haciendo mínimo una escala.
Australia: el paraíso de las aventuras
Quizá nos puede echar un poco para atrás la distancia que nos separa de este país, pero lo cierto es que si deseas aprender inglés a la vez que descubres un modo de vida distinto, muy buen rollo y además te gustar el surf, Australia es tu destino ideal.Recuerda que como su extensión es muy grande, el clima y el entorno también variarán mucho dependiendo de en qué ciudad nos instalemos. Melbourne, Brisbane o Sídney son algunas de las ciudades más grandes y modernas de Australia, llenas de cultura y opciones de ocio para divertirte cuando no estás estudiando.
Canadá: naturaleza en estado puro
Está claro que el objetivo principal de iniciar una estancia en el extranjero es el de incrementar el nivel de inglés, pero si además podemos escoger un destino lleno de belleza, mucho mejor.En Vancouver se da una perfecta combinación entre los grandes rascacielos de la urbe y los tranquilos parques y playas que tiene. Otra cosa que habla muy bien de Canadá es la conocida amabilidad de los canadienses, que estarán dispuestos a brindarte su ayuda cuando lo necesites.
Por poner un pero, el coste de la vida es alto, y estudiar allí también, además de que necesitarás un visado de estudios, que deberás tramitar a través de una escuela oficial.
Bristol: un inglés académico para todos los niveles
Si finalmente prefieres seguir con la idea inicial de estudiar inglés en Inglaterra, Bristol te interesa.Allí los precios no son tan elevados, por lo que un curso de inglés resulta algo más barato que en otras ciudades británicas, y además lo harás aprendiendo un inglés con un acento muy neutro y fácil de entender, incluso si tu nivel en este idioma es bastante inicial.
La oferta educativa en este sentido es realmente amplia y no tendrás problema para encontrar el curso que quieres.
El clima tampoco será un obstáculo, ya que aunque llueve igual que en el resto del país, las temperaturas suelen ser bastante cálidas.
Si esperas encontrar un montón de monumentos y lugares interesantes para visitar, quítatelo de la idea, pero a cambio verás que hay muy buena conexión con otras ciudades más turísticas a las que ir de visita el fin de semana.
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