Después de dos días completos visitando La Habana, ya tocaba hacer una escapada de la ciudad y conectar con la naturaleza que ofrece la isla. El Valle de Viñales se encuentra a unos 180 km de la capital, y es de visita obligatoria. Para llegar allí pasas por la ciudad de Pinar del Río desde donde se coge el desvío para dirigirte al valle y al propio pueblo de Viñales. Creo que puedes desviarte un poco antes de llegar a Pinar pero es muy recomendable hacer una parada allí. Nosotros hicimos la excursión en el día, contactamos desde España con un chófer profesional para que nos llevara a hacer la excursión por libre y así no depender ni de horarios o tiempos de visita de los diferentes lugares, ni de otros turistas. La experiencia cumplió todas nuestras expectativas y sin duda es la opción que más recomiendo.
PINAR DEL RÍOLa ciudad en sí no es que tenga un atractivo destacable, pero es de visita obligatoria si quieres descubrir cómo se fabrican los famosos puros habanos. Allí se encuentra la Fábrica de Tabacos Francisco Donatien y por 5 CUC puedes observar como los torcedores fabrican los mejores puros del mundo. Es un trabajo totalmente artesanal, en el que ponen toda su destreza en cada uno de ellos. Llevan un exhaustivo control de calidad, aunque no se utilice maquinaria de última tecnología como estamos acostumbrados en Europa, cada unidad tiene que salir perfecto.
Si quieres adquirir alguna caja o incluso puros sueltos de las diferentes marcas que se comercializan (Montecristo, Cohiba...), justo en frente hay una tienda donde se pueden comprar incluso más baratos que en la tienda de la fábrica.
PARQUE NACIONAL DE VIÑALES
El valle de Viñales constituye uno de los paisajes naturales más espectaculares de Cuba, donde altísimos pinos y palmeras se elevan entre las plantaciones de tabaco y caña de azúcar. Este paisaje ofrece la oportunidad de realizar excursiones a pie o a caballo rodeado de un precioso entorno que no encontrarás en ningún otro lugar.
Una vez llegamos allí, enseguida supimos del error que cometimos al no haber planeado pasar al menos una noche en Viñales para poder haber disfrutado más del paisaje y las actividades que ofrece.
La primera parada obligatoria que hay que hacer es el Hotel Los Jazmines, donde se ofrece desde el mirador una de las vistas más impresionantes que he visto jamás. Si no fuera porque no estaba sola y había un grupo de turistas alrededor, creo que sólo escuchando el murmullo de la naturaleza, hubiera sido el lugar donde más paz y tranquilidad hubiera sentido, una sensación indescriptible. No hubiera ni pestañeado si hubiera aparecido un dinosaurio entre las palmeras, el paisaje parecía sacado de una película ambientada en la prehistoria donde el hombre todavía no había podido cargarse ese entorno.
El siguiente punto de parada es el Mural de la Prehistoria, que aunque hay que pagar por entrar, se ve muy bien desde la misma carretera sin necesidad de tener que comprar entrada. Esta obra de arte mide 120 m y se tardó más de 4 años en acabarla, comenzó en 1961. Simboliza la teoría de la evolución, y resulta un tanto psicodélica, pero curiosa, con tanto color.
No muy lejos se encuentra la Cueva del Indio, que aunque es muy popular entre los turistas, no recomiendo entrar. Si ya habéis visitado cuevas, esta no os sorprenderá en absoluto, simplemente haces un recorrido de no más de 5 minutos en barca a lo largo de la cueva para salir al exterior por el otro lado. Estuvimos más de 1h esperando dentro de la cueva donde había una humedad extrema y un calor más bien poco soportable, un perdida de tiempo.
VIÑALES
Como os comentaba anteriormente, lamenté mucho no haber programado pasar una noche en Viñales. Es un pueblo auténtico, muy rural, con las casitas bajas de una sola planta y cada una de un color diferente, algo tan característico de Cuba. Veíamos bastantes turistas en bici así que debe ser bastante accesible poder alquilar una, muy práctico para descubrir la zona y poder ir a tu aire. La gente local se dedica sobre todo al cultivo y la ganadería. Es una zona tan rústica que abundaban más los coches tirados por caballos como método de transporte que los coches a motor.
CÓMO LLEGAR
Como os explicaba al principio del post, no íbamos en una excursión organizada, si no que escogimos la opción de chófer particular. Es muy popular allí contratar este servicio para hacer rutas por carretera de varios días. Los alquileres de coches son bastante caros, así que esta opción es más asequible si vas en grupo y con la tranquilidad de que la persona que conduce se conoce las carreteras. Allí estas infraestructuras están bastante deterioradas con el paso del tiempo y no han sido rehabilitadas en condiciones, hay baches continuamente y algún que otro socavón que los locales han aprendido a esquivar. Y os cuento todo esto porque fue de las decisiones más acertadas a la hora de organizar el viaje. De esta forma conocimos a Roberto, no sólo un gran profesional en su trabajo, si no además una persona encantadora que nos enseñó las maravillas de su país y con infinita paciencia respondiendo a todas nuestras preguntas curiosas sobre Cuba. Que nos acompañara durante un total de 4 días fue un valor añadido a este viaje, no sé si hubiéramos disfrutado igual con otra persona, pero por fortuna el destino lo puso a él al otro lado de mi formulario de petición online. Así que si estáis planeando un viaje y queréis la opción de coche con chófer, desde mi experiencia os recomiendo a Roberto sin lugar a dudas. Si queréis contactar con él o queréis preguntarme algo al respecto, me podéis enviar un email a shibaritablog@gmail.com y os contestaré encantada :-)
DONDE COMER
Una de las ventajas de ir con Roberto, fue que nos llevó a comer (por petición nuestra) a paladares exquisitos. Los paladares son pequeños restaurantes particulares que regenta una familia y acondiciona el salón de su propia casa con 3 o 4 mesas para servir una deliciosa comida casera. Además de ser muy baratos, sales más que saciado y todo está delicioso. En esta ocasión nos recomendó un lugar donde a él mismo le gusta ir a comer, Paladar "La Familia", en Viñales. La dirección no caí en anotarla pero si preguntáis en el propio pueblo de Viñales, seguro que os saben indicar donde está. Como sugerencia, ¡el arroz con pescado está de muerte!
LAS TERRAZAS
De camino de vuelta, pedimos desviarnos un poco para poder ir a ver un pueblo llamado Las Terrazas. Se trata de una miniciudad ecológica que según lo que pude leer sobre ella, hoy en día es Reserva de la Biosfera de la Unesco. Un complejo autosuficiente y sostenible que comprende un único hotel resort (también ecológico), tiendas y talleres de artesanos, un restaurante y cultivos ecológicos. Uno de sus mayores reclamos es precisamente el entorno tan verde donde está situado, y sumado al lago que hay en el centro, hace que sea un lugar perfecto para relajarse.
Tuvimos suerte y coincidió que la hora de nuestra llegada era justa la del atardecer, así que pude tomar unas fotos perfectas y disfrutar de esos últimos rayos de sol del día.
¡Y hasta concluye la excursión del día!
Espero con ilusión vuestros comentarios y no dudéis en preguntar si os habéis quedado con ganas de más información. En el próximo post volaremos hasta el paraíso, así que estad atentos para no perdéroslo ;-)