Salamanca es una ciudad abrumadora en el buen sentido. Su centro histórico está repleto de edificios majestuosos que no pasan desapercibidos. Es fascinante pararse a mirar –y admirar– cada uno de ellos; desde la fachada de la Universidad (donde se encuentra la famosa ranita) hasta las catedrales, pasando por la Plaza Mayor, la Casa de las Conchas, el Palacio de la Salina, el Convento de San Esteban y un largo etcétera. También hay bastantes zonas naturales: la margen izquierda de río Tormes tiene un paseo precioso (con vistas maravillosas a la Catedral y al puente romano) y el Huerto de Calixto y Melibea, situado junto a la muralla, es un remanso de paz lleno de vegetación y pajarillos cantarines (¡me encantó!)
Como este post no pretende ser ninguna guía y los lugares típicos a los que ir en Salamanca los puedes encontrar rápidamente con una simple búsqueda en Internet, voy a centrarme en lanzar, en forma de lista, algunas recomendaciones a la hora de visitar la ciudad y algunos lugares no tan típicos pero igualmente apetecibles.
Sobra decir que la lista es totalmente subjetiva. No soy ninguna experta salamantina y todo lo que comento parte únicamente de mi experiencia como turista durante unos días en la ciudad
COSILLAS INTERESANTES PARA VER EN SALAMANCA
Exposición permanente de la Filmoteca de Castilla y León: “Artilugios para fascinar”. Me gustó muchísimo y la entrada es gratuita.
Dragón comiendo helado en la fachada de la Catedral. El astronauta está sobrevalorado, ¡busca al dragón sonriente!
Picnic en la ribera del Tormes (hacia el lado del Puente de Enrique Estevan). El lugar perfecto para merendar con vistas.
Croissantería París. Y siguiendo con las meriendas los croissants de esta tiendecita son sublimes (y tienen tropecientas variedades).
Ruta de arte urbano por el barrio del Oeste: Merece la pena perderse un rato sin rumbo fijo por esta zona. Las calles están llenas de murales y se respira muy buen ambiente.
Estatua de Carmen Martín Gaite. Sí, mi escritora favorita tiene una busto en la ciudad donde nació y obviamente tuve que ir a verlo.
Dos librerías de viejo que son preciosas por dentro: La Galatea y La Nave (están muy cerca una de la otra).
Dos librerías “normales” que son preciosas por dentro: Letras Corsarias y La Latina.