En este sentido, empresas como Rent a Holiday son ideales, ya que, ofrecen condiciones ideales como la cobertura total, el alquiler sin depósito, la posibilidad de incorporar un conductor adicional gratis, y, la facilidad para recoger/devolver el coche tanto en Valencia como en Alicante. Por tanto, sería posible también optar por el alquiler de coches en el aeropuerto de Alicante, comenzando el viaje en esta ciudad e incluso, ofrecen la opción de dejar el coche en puntos intermedios como Benidorm, Calpe o Denia.
En este artículo, nos centraremos en el viaje de Valencia a Alicante, que promete ser una experiencia enriquecedora y emocionante, llena de descubrimientos culturales y paisajes impresionantes que dejarán una impresión inolvidable en el corazón y la mente de todos los viajeros.
Valencia: Una inmersión en la historia y la cultura
Valencia, la tercera ciudad más grande de España, es el inicio del viaje y un tesoro de historia, arte y cultura que cautiva a los visitantes desde el momento en que ponen un pie en sus calles empedradas. Esta ciudad mediterránea posee una rica historia que se remonta a más de dos mil años atrás, al convertirse en un crisol de influencias culturales que se reflejan en su arquitectura, su gastronomía y sus tradiciones. En el corazón de Valencia se encuentra la Ciudad Vieja, donde el pasado y el presente se entrelazan en un laberinto de calles estrechas y plazas encantadoras. En este lugar, la majestuosa Lonja de la Seda, de estilo gótico tardío, sirve como testamento de la próspera historia comercial de la ciudad, siendo declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Otro lugar emblemático es la catedral de Valencia, una obra maestra del arte gótico que alberga el Santo Cáliz, considerado por muchos como el cáliz utilizado por Jesucristo en la Última Cena.
Por otro lado, la modernidad de Valencia se refleja en la Ciudad de las Artes y las Ciencias, un complejo arquitectónico futurista diseñado por el renombrado arquitecto Santiago Calatrava. Este impresionante conjunto de edificios alberga un oceanográfico, un museo de ciencia y un teatro de ópera, creando un espacio cultural único que fusiona la ciencia, el arte y la tecnología.
Pueblos que ver entre Valencia y Alicante
La encantadora ruta de pueblos situados entre Valencia y Alicante, permite realizar un viaje en el que visualizar paisajes pintorescos, playas doradas y una importancia herencia cultural. Estos pintorescos pueblos valencianos y alicantinos añaden un toque de autenticidad y belleza al recorrido por la costa Blanca, con distintas paradas obligatorias en el camino. A continuación, presentamos una selección de pueblos que no hay que perderse en este viaje:Cullera: El encantador pueblo costero de Cullera es famoso por su imponente castillo medieval, que ofrece vistas panorámicas impresionantes de la ciudad y el mar Mediterráneo. Además, Cullera cuenta con hermosas playas de arena dorada, como la playa de San Antonio y la playa de los Olivos, perfectas para relajarse y disfrutar del sol. En el casco antiguo, es posible pasear por sus estrechas calles empedradas y descubrir encantadoras plazas y edificios históricos, como la iglesia de Santa Ana.
Gandía: Gandía es una localidad que destaca por el majestuoso Palacio Ducal de los Borgia, una impresionante obra maestra del Renacimiento español. Además, el animado paseo marítimo con vistas al mar permite relajarse en una de sus terrazas. Las playas de Gandía son ideales para disfrutar del sol y practicar deportes acuáticos como el windsurf y el kitesurf.
Denia: En esta pintoresca ciudad portuaria cuenta con el enorme castillo de Denia, que ofrece unas vistas espectaculares del mar y las montañas circundantes. Además, al explorar el casco antiguo de casas blancas, hay que detenerse en su popular museo etnológico. Por otro lado, Denia es conocida por su excelente gastronomía, con una amplia variedad de restaurantes que ofrecen deliciosos platos de mariscos y cocina mediterránea.
Jávea: Jávea es un paraíso para los amantes del sol y el mar, siendo conocida por sus impresionantes calas de aguas cristalinas. Asimismo, el casco antiguo con sus encantadoras casas blancas y sus estrechas calles, permite visitar el museo arqueológico de la ciudad. Además, Jávea cuenta con una amplia oferta de actividades al aire libre, como senderismo, buceo y navegación.
Calpe: Calpe es famosa por el imponente Peñón de Ifach, una impresionante formación rocosa que se eleva sobre el mar Mediterráneo y que se puede escalar. Desde la cima, se podrán disfrutar de unas vistas espectaculares de la ciudad y la costa. Además, Calpe cuenta con hermosas playas de arena fina y aguas cristalinas, como la playa de la Fossa y la playa del Arenal-Bol, perfectas para relajarse y disfrutar del sol.
Benidorm: Benidorm es el destino perfecto para disfrutar de sol, mar y diversión, siendo una localidad conocida por su animada vida nocturna y sus playas de arena dorada. A lo largo de la ciudad se encuentran sus hermosas playas, como la playa de Levante y la playa de Poniente. Además, la ciudad también cuenta con una amplia oferta de actividades para toda la familia, como parques temáticos, acuarios y paseos en barco.
Alicante: Tesoros históricos y vistas panorámicas
Alicante, ubicada en la pintoresca costa Blanca, es el destino final de este viaje, una ciudad que atrae a visitantes de todo el mundo con su encanto mediterráneo y sus impresionantes vistas panorámicas. Esta ciudad tiene más de 3.000 años de historia, teniendo una gran importancia histórica como ciudad portuaria, y siendo testigo de numerosos eventos que han dejado su huella en su cultura. Uno de los tesoros históricos más destacados de Alicante es el imponente castillo de Santa Bárbara, que se alza majestuosamente sobre la ciudad desde lo alto del monte Benacantil. Este castillo fue construido originalmente por los árabes en el siglo IX y ofrece una vista panorámica impresionante de Alicante con el mar Mediterráneo de fondo.
Por otro lado, el Barrio de Santa Cruz, situado en las laderas del monte Benacantil, es otro lugar histórico destacado de la ciudad de Alicante. Este pintoresco barrio es un remanso de tranquilidad y paz que invita a perderse y explorar sus rincones ocultos, con un sinfín de estrechas calles empedradas, casas encaladas y terrazas con flores. Además de su patrimonio histórico, Alicante también es conocida por sus impresionantes paisajes naturales. La Explanada de España, un paseo marítimo bordeado de palmeras y mosaicos de azulejos, ofrece una vista espectacular del puerto y el mar. En este lugar, los visitantes pueden pasear junto al mar, disfrutar de un helado o simplemente sentarse y contemplar la belleza del paisaje.