La semana pasada os enseñé un pedacito de mi viaje a Cantabria, concretamente la ciudad de Santander. Hoy es el turno de otras ciudades costeras de la zona, con especial atención a Castro Urdiales, un lugar adorable y con un paseo marítimo encantador que acaparó gran parte de la atención de mi cámara.
Así a lo tonto tengo en el ordenador más de doscientas fotografías del viaje entre las que me ha costado infinito elegir diez. Se quedan muchas cosas por contar y por enseñar pero dos post me parecen más que suficientes para que disfrutéis de las fotos en su justa medida, sin atosigar ni bombardear a imágenes playeras cuando la gran mayoría no estamos de vacaciones.
Inaugurando el post, la primera y única fotografía nocturna de la que me pueda sentir orgullosa; es la misma que la imagen de la cabecera, en el mismo momento pero con diferente enfoque. Además, el paseo de hoy está lleno de barquitos, me encanta color y la alegría que dan a las fotos esos tan pequeñajos y llamativos, aunque necesitaría armarme de valor para montar en uno...
¿Os venís?
Y hasta aquí mi ruta por tierras del norte, espero que os haya teletransportado aunque sea por un momento y que hayáis disfrutado de las fotos (:
¡Un besico grande!