Como ocurre en España, desde el Domingo de Ramos, las cofradías vestidas con su mejores galas y portando ramas de olivo, son las encargadas de desfilar por las calles de cada ciudad. Lo bonito es que en cada una de ellas tienen tradiciones distintas, muchas de ellas en el sur provienen de su época bajo dominio español.
En la localidad de Enna, cerca de 2000 frailes caminan por las calles de la ciudad con trajes antiguos. También en Sicilia, en la ciudad de Trapani, tiene lugar la procesión del Viernes Santo más larga del mundo, que dura 24 horas seguidas.
Otro de los grandes atractivos de la Semana Santa lo encontramos en Chieti, en la región del Abruzzo, donde cada viernes de Pascua se entona el Miserere de Selecchi, llenando la catedral de emoción y sentimiento.
En las grandes ciudades italianas también se celebra esta festividad cristiana. En Florencia por ejemplo, el domingo de Resurrección, dos bueyes blancos arrastran un gran carro hasta la basílica de Santa Maria del Fiore, y allí desde el propio carro se lanzan fuegos artificiales (scoppio del carro). En Roma, el Papa celebra el via crucis del Viernes Santo con una procesión cerca del Coliseo. Un enorme desfile de antorchas en la oscuridad.
Pero lo que diferencia la Semana Santa italiana del resto de países es ‘La Pasquetta’, el lunes de Pascua no se detienen las celebraciones, día festivo para todos donde poder disfrutar de conciertos y de la rica gastronomía del país transalpino.