Hoy vamos a conocer un poco sobre la gastronomía del Este de Europa, la cual es bastante variada y muy interesante.
Los países del Este de Europa son los pertenecientes a la parte Oriental del continente, los cuales varían ligeramente dependiendo de quién los clasifique. Así, por ejemplo, se pueden englobar estados según su afiliación política, muchos de ellos, antiguos miembros de la Unión Soviética.
Otra asociación posible es incluir el Sudeste, con naciones como Grecia o la República de Macedonia, lo que conformaría un conjunto de más de veinte territorios, casi la mitad del continente, con ciertos nexos de unión como algunas regiones climáticas, flora y fauna o ciertos ingredientes de su gastronomía. Así que para conocer más todo lo que tiene que ver con esa gastronomía del Este de Europa, lee este post hasta el final.
Platos típicos
Sus comidas más típicas se caracterizan por ser grandes fuentes caloríficas que ayudan a mantener el calor corporal en las épocas más adversas. Teniendo en cuenta que hablamos de algunas de las zonas más frías del planeta, como Siberia, situada en el Noreste de Rusia, predominan los alimentos calientes.
Lógicamente, en sus ofertas culinarias abundan tanto las carnes como los guisos, generalmente en elaboraciones en las cuales se entremezclan estos dos conceptos. Otra degustación, tradición de esta región son las recetas a partir de harina de trigo, con la cual se realizan desde postres hasta platos principales. Mientras tanto, en la zona mediterránea sobresalen las ensaladas y productos lácteos. Todo esto siempre ha sido parte esencial de la gastronomía del Este de Europa.
El 'Jachapuri' es una de las degustaciones características a varios estados, sobre todo en Rusia y Georgia. Estas tortas contienen mantequilla, queso, leche, sal y un total de cuatro huevos, ideal para la época de bajas temperaturas. Antes de servir se puede recubrir con un chorrito de aceite.
Carnes y sopas
Cómo no, una de las mayores demandas de este territorio es el preparado ruso, 'boeuf Stroganoff'. Consiste en carne cortada en pequeños filetes, frita en aceite y cebollas picadas. A continuación, se añade nata agria y una pizca de salsa de tomate. Se sirve con patatas y especias salteadas por encima.
Una de las más amplias ofertas en cuanto a sopas la veremos en Armenia, desde las tradicionales de verduras o fideos, hasta las más elaboradas con setas secas y arroz, como el 'sunki apur' o con manzana, guisantes y ciruelas pasas, como el 'bozhbash de Erevan'. Muchos de sus ingredientes se han vuelto indispensables en su dieta, como el aceite, el tomate, la cebolla o la patata.
En función del país en el que nos encontremos, la cocción variará ligeramente. Esto sucede con una de las recetas más famosas, el 'gulash', cuyo origen proviene de Hungría. Esta especie de estofado suele ser condimentado con cebollas, pimiento y pimentón y acompañado de patatas y pan.
También contiene abundantes especias, característica muy común en la cocina del Este de Europa, gran parte de ella autóctona y otra, procedente de la influencia asiática. Una muestra es la que apreciamos en los sabores georgianos, donde algunas de sus especialidades son el 'chajojbili', un guiso de carne con tomate, condimentado con diferentes hierbas.
Otras degustaciones hechas a partir de harina son los 'pelmenis', que consisten en bolas carne picada de cerdo, ternera y cordero. Igualmente, se adereza con numerosas especias que varían según la región. Se sirven con nata agria, queso o mantequilla por encima en una suave mezcla de texturas.
En Polonia, Ucrania, Bielorrusia, Rusia y Eslovaquia tienen una larga tradición los 'blinís'. Generalmente, se llevan a cabo con la llegada de la primavera y simbolizan la llegada del Sol, de hecho, su forma y su color recuerdan al astro. Son en unas tortas donde el ingrediente clave es el trigo. Existen muchas formas de realizar este plato, entre las más típicas se incluye un relleno de pescado y caviar.
Región Sudeste
El pescado, en menor medida, también se encuentra presente sus dietas, aunque sobre todo se da en la región Sudeste. Esto se aprecia en la cocina de territorios como Chipre o Grecia, la cual es más variada y saludable, incluida en la prestigiosa dieta mediterránea. También destacan sus ensaladas y frutas, casi siempre cítricas, especialmente en Azerbaijan.
Una de las comidas que deberemos probar es el 'ghapama', y más si viajamos en Navidad. Tiene su origen en Armenia y se prepara a partir de una calabaza abierta, cocinada con arroz hervido, albaricoques, manzanas y almendras. Toda una delicia que es acompañada de miel, azúcar y canela.
Otra rareza es el 'dovga', una sopa elaborada a partir de yogurt, espinacas y arroz. Si bien, toda la región Este se caracteriza por una alto contenido de productos lácteos en sus platos, la zona mediterránea alberga la mayor variedad, de donde se considera originaria las primeras muestras de yogurt.
La 'musaka' es una exquisita degustación de origen balcánico y árabe cuya preparación más conocida es la griega. Consiste en una especie de masa o pasta de berenjenas, tomates y carne picada de cordero, recubierta de salsa bechamel y horneada. Se estructura por capas, donde cada ingrediente tiene una posición asignada para crear una perfecta fusión de sabores.
Postres
Como podemos comprobar, un gran número de recetas incluyen productos lácteos, lo que también es extendido a sus postres. Entre su amplia variedad encontraremos todo tipo de tartas, sobre todo con frutas o chocolate, yogures, mouses y helados. Un ejemplo es el 'prianiki', un dulce de jengibre con chocolate o mermeladas.
Uno de las sobremesas más extendidas por el mundo y cuyo origen se considera húngaro es el 'strudel', el cual contiene harina de trigo con el que se realizará el hojaldre, mantequilla, azúcar, manzanas, nueces y huevos. Una receta similar es el 'buchty' eslovaco, cortado en finas porciones a modo de pequeños pasteles.
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