Tengo tanto que decirte que las palabras se me colapsan en la garganta. Quisiera decirte tanto. La inmensidad de mis cuerdas vocales enmudece cada vez que deseo expresarte todo lo que siento. Todo lo que pretendo y quiero se desvanece dentro de mi garganta.
No me preguntes el motivo, ni yo misma lo sé. Quizás sea miedo, quizás falta de habilidades o simplemente es pudor.
Siento que se me desbordan todas aquellas lágrimas que había guardado para una ocasión especial, para un domingo. Cómo la vajilla que atesoro para las visitas. Para un momento único y especial como este sentimiento.
Apenas brota un hilo de aire cada vez que la emoción se apodera de mi razón. Un filo de consciencia al sentir todo ese fuego de emoción que me arrebata cada impulso.
Solo puedo usar una herramienta para confesarte los pálpitos que aceleras con solo tu recuerdo. Mi mente tiene el poder de entenderlo, pero solo mis dedos son capaces de transmitir este secreto levemente.
Escribo para contarte, como cual pintor traza lienzos plasmando su mundo interior. Un cosmo casi imposible de descifrar con la dosis adecuada de locura.
Aquí dentro, dentro de mi ser puedo crear el mundo que quiero, el que sueño. Un universo en el que día tras día te sueño. Me consuela saber, que tú, aquí en mi interior eres mío. Que tú, aquí en lo más profundo de mi ser me perteneces como mi más preciado tesoro.
Puedo escribirte y volver a redefinirte. Puedo escribirte con los versos más dulces, los más apasionados y los más perversos. Te puedo hacer fuego, cenizas y volver a crearte a mi imagen y semejanza.
En cada pensamiento, en cada verso, en cada texto eres mío.
Toda mi esencia se plasma en cada línea con el coraje que le falta a mi voz. Sentimientos que se cultivan con mimo, que dan sus frutos y brotan a través de la yema de mis dedos.
Llámame cobarde por no tener el coraje o la valentía de decirte todo esto mirándote a los ojos. Llámame débil por no dejar aflorar de una manera más sensata todo lo que siento. No quiero que mis palabras queden vacía, al aire con la incertidumbre de lo que queda por descubrir.
Quiero contarte tanto. Quiero tener una conversación con tu alma y que sepas que todo lo que guardo y escondo podría a llegar a ser delirio si lo verbalizo. Quiero contarte sin que te sonrojes que todo lo que te pienso y te anhelo es el sentimiento más puro que escondo en el cofre de mis emociones. Quiero contarte tanto...
Cupidero lo malo de ocultar lo que sentimos es el riesgo de perder lo que queremos.
LES QUIERO CON MUCHO HUMOR
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