Hola a todos y bienvenidos un día más. ¿Qué tal va la semana? La mía ajetreada pero con ganas, el descanso de Semana Santa me ha venido genial.
Hoy toca post improvisado así que aquí estoy, con mi gato y mi café, y un trocito del bollo de Pascua, no sé si habéis visto en facebook con todos los que me he juntado, creo que voy a aborrecer el dulce, jejeje.
Venga, sin más rollo empezamos.
Lo confieso, a veces me gustaría tenerlo.
Hace algo más de un año hice un post explicando las ganas que tenía de verano, y hoy voy a hacer algo así.
Siempre digo que me gusta disfrutar de todas las estaciones, no hago del día a día un tiempo de espera pero es que este año, más que nunca, necesito dejar atrás este eterno invierno y sumergirme en el verano.
Me apetece salir de casa con poca ropa y caminar sin prisa, guiándome solo del sol y de las ganas de desconectar.
Quiero ir a la playa y que huela a bronceador de coco, a risas de niños y a felicidad.
Necesito bañarme en el mar horas y horas, y tumbarme en la arena para volver al agua, así una y mil veces.
¿Y qué me decís de las comidas? Quiero cenar tortilla fría, comer ensaladilla rusa y llevarme mi comida a la playa o al monte, donde todo sabe mejor.
O montarme en la bici y pedalear hasta el infinito y más allá.
Este largo invierno no me ha dejado leer tanto como quisiera así que anhelo coger un buen libro(por ejemplo Orgullo y Prejuicio) y leerlo junto a un río, bajo un árbol, sin prisa.
O comer bajo los manzanos en flor de la finca familiar, y aunque hay muchos huecos en la mesa podemos llenarlos con buenos recuerdos y algunas risas.
Quiero flore, flores y más flores.
Me espera una etapa de recuperación de familiares, y en verano siempre es un poco más fácil, al menos donde yo vivo, que no tenemos un calor excesivo y podemos salir a caminar y encontrar sitios fresquitos, a la sombra, donde sentarnos a charlar y a pasarlo bien.
Y por supuesto quiero ir a cenar a merenderos, una tortilla, unas croquetas y alguna sidrina, o bañarme en la playa durante la puesta de sol, mientras el mar se va salpicando de reflejos anaranjados.
Bañarse al atardecer es lo más.
Ya estamos en abril, los días ya han crecido y parece que pronto podremos decir adiós a los abrigos, y las botas se irán a descansar para que saquemos las sandalias.
Si algo me gusta del verano son los conciertos; conciertos de los grupos de mis hijos, del coro de mis hijos, de grupos que actúan en distintos festivales de la ciudad, cantantes famosos y cantantes desconocidos, música moderna o tradicional celta...tenemos de todo y en muchos sitios, y siempre que puedo intento aprovecharlo.
También espero hacer alguna escapada, algún pequeño viaje y muchas excursiones.
Iré a perderme al pueblo de mi abuela en los Picos de Europa, con sus hórreos y su olor a infancia, y tendremos Semana Negra, Metropoli y algunos festivales más, a los que iré con familia, con amigos y con quien quiera apuntarse.
También quiero ir a coger moras, y manzanilla, y tila, y ver crecer los renacuajos, y dormir junto a un río que huele a hierbabuena mecida por el canto de los grillos.
Bueno, parece que quiero hacer una lista de las cosas buenas de mi verano, y en cierto modo es así, me autoanimo porque estos días se me están haciendo duros y tener un aliciente siempre ayuda a superarlos mejor.
Así que de momento intentaré aprovechar la primavera pero con muchas ganas de verano, de sol, de días sin prisa, de familia y de cosas maravillosas, que en algún momento lo bueno tendrá que volver y lo malo me dará una tregua.
Bueno, no quiero hacer un post muy pesado, y hoy sí que no he llegado a ninguna conclusión, pero al escribir esto me siento mejor, me he desahogado y voy a empezar el día con más ganas, y espero sacar tempo para salir a caminar o a correr un poco, a desconectar y a al vez a conectar, porque quiero conectarme con la naturaleza y llenarme de paz.
Mil gracias a todos por leerme y nos vemos el sábado en el repaso semanal.
¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡Feliz jueves!!!!!!!!!!!!!!!!