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Esta peculiar orografía, formada por glaciares que han sido invadidos por el mar, ha ido formándo las zonas extremas de Noruega que a lo largo de los siglos y ha dotado a la región de paisajes únicos en el mundo. Como por ejemplo, el Preikestolen, también conocido como 'El Púlpito', una roca escarpada que forma un maravilloso precipicio en el que olvidarse del vértigo para disfrutar de la naturaleza más virgen jamás soñada.
Además de perder la vista en una pendiente de más de 604 metros en vertical, la zonas extremas de Noruega es un lugar muy atractivo para los amantes del senderismo y la montaña, habiendo recorridos en las que disfrutar de rocas, valles, glaciares...
¿A que dan ganas de coger la mochila y echarse a andar?
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