A falta de poder organizar alguna escapada de fin de semana, podemos conocer un poco más a fondo nuestra ciudad. Es más, suele pasar que conocemos mejor los lugares que visitamos que nuestra propia localidad. En ciudades como Madrid y Barcelona, los museos ofrecen pases gratuitos en domingo, por lo que podemos informarnos a ver si es posible visitar alguno y matar dos pájaros de un tiro.
Igual sucede con las ciudades vecinas. Muchas las conocemos tan solo por pasar siempre por delante o por ir a recados puntuales, pero desconocemos sus tripas y secretos. Se puede pasar la noche en algún hostal modesto que cubra las necesidades básicas, o aprovechar bien el día saliendo a primera hora de la mañana y regresando tarde. Para comer, en lugar de ir a restaurantes o concedernos caprichos, podemos recurrir a las tapas de bar en bar o al menú del día.
Si vamos en familia y con niños pequeños, reencontrarnos con los parques es también una buena opción. Las ciudades también albergan grandes zonas verdes que pasan inadvertidas pero que pueden convertirse en una magnífica idea para pasar el día. Equipados con cámara de fotos, bicicleta, patines o balones, seguro que pasaremos un buen rato.
En cuanto a planes más hogareños, siempre podemos organizar una reunión en casa con amigos. Así, en vez de ir al cine, podemos ver una película del videoclub o descargada de Internet en nuestra televisión. Las palomitas y la bebida son muchos más baratas, y qué decir de lo que nos ahorramos por no pagar las entradas al cine.
Estos son solo algunas ideas, ¿qué se os ocurre para subir la cuesta de enero?