He estado buscando un deporte que no le produzca grandes un gran impacto a mi cuerpo, pues nunca he sido deportista, por lo que pensé en la natación como una excelente opción.
Practicar la natación trae consigo los beneficios comunes a todos los deportes, incluyendo un amplio desarrollo aeróbico y la implicación de todos los grupos musculares.
Nadar fortalece, entre otros, los músculos que se encargan de llenar y vaciar de aire los pulmones, limpiándolos y reduciendo su estrés, pues tomar aire con menos gasto energético aumenta la densidad de los glóbulos rojos de la sangre y la capacidad de estos para transportar oxigeno, haciendo la respiración más eficiente. Estas son algunas de las cosas más importantes en las que la natación puede ayudarte.
Nadar cuida el corazón, lo fortalece, ya que éste pierde la grasa que lo rodea, por lo que cada latido se hace más potente y traslada más sangre al resto del organismo, produciendo una baja de la frecuencia cardiaca y un mejoramiento de su economía y eficacia. Por la misma razón aumenta el calibre de las arterias coronarias, causantes de muchos de los problemas del sistema cardiovascular.
Nadar ejercita todas las articulaciones por lo que el rango de movimiento se acrecienta; los músculos y los huesos aumentan de tamaño haciéndose más fuertes y resistentes a lesiones.
La natación normalmente se realiza en piscinas frecuentadas por muchas personas donde se puede hacer amigos, y así facilitar la comunicación, la autoestima y la seguridad en sí mismo.
Expertos afirman que una persona de 65 años que haga un ejercicio a diario como la natación, tiene una mayor capacidad física y vital que una persona de 45 años sedentaria. También aseguran, para quienes piensan en la asepsia, que los teclados de la computadora suelen contener más bacterias que una piscina bien mantenida.
Y finalmente… todo esto repercute en un aspecto muy especial: una mejor vida sexual.
¿Cuál deporte me recomiendas?