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Copenhague, la bella capital de Dinamarca. Es una de las ciudades más hermosas y tranquilas del mundo, con una tradición increíble y paisajes que asombran a propios y extraños. Esta ciudad posee un aire muy rural, se debe principalmente a que están compuestas por una gran cantidad de comunidades ordenas.
Pero como toda “familia”, siempre existe alguna que resalta más que los demás. En este caso fue un barrio de la capital danesa, el cual se autogobierna de una manera poco tradicional a lo que nos tienen acostumbrados, un sitio que llama mucho la atención a los turistas que la visitan y que por cierto, es considerada una micronación, su nombre es la Ciudad libre de Christiania.
Christiania es una micronacion de unos 1000 residentes, cubre un área de 34 hectáreas de Copenhague y se creó por una comunidad de vecinos que se autoproclama independiente del Estado danés. ¿Cómo ocurrió esto?
1971 un grupo de daneses que buscaban un espacio abierto donde pudieran jugar sus hijos se asentó en unos cuantos barracones militares que habían quedado abandonados. Luego de ver la utilidad de estos sitios abandonados la sociedad danesa comenzó a debatir acerca del uso que debían darse. Fue en el contexto de ese debate cuando el movimiento social Provo un movimiento contracultura de influencia anarquista, propusieron adjudicarse este espacio para poner en práctica una comuna basada en sus principios.
Esta comunidad fue creciendo en habitantes y el gobierno decidió mantenerla a modo de experimento social.
De esta manera se formó esta micronación, que a pesar de ser muy pequeña está muy bien organizada ya que cuenta con diferentes sitios turísticos. Con sus calles de asfalto, de piedra y de tierra, en estas calles se encuentran algunos bares, tiendas, souvenires, centros culturales, guarderías, puentes, esculturas en el agua y las casas personalizadas y coloridas de los "christianitas”.
Pero sin duda el mayor atractivo turístico que tiene la Ciudad libre de Christiania es que se permite el consumo y venta de drogas blandas. De hecho, la calle principal se conoce como “Pusher Street” que viene siendo “La calle del Vendedor de Estupefacientes”.
A pesar de que se considera un distrito verde, Christiania siempre ha sufrido el acoso de la policía danesa, debido a que es uno de los mayores centros de Europa de tráfico de marihuana y otras drogas. Aunque esto no impide que diariamente turistas y gente local transiten las zonas para comprar marihuana o hachís, y que en los bares, terrazas y bancos se congregue gente a fumar.
Otro gran atractivo turístico es que el precio de las bebidas y alimentos es un 50% más baratos que en otras partes de la ciudad debido a que no hay impuestos. De hecho es tal la independencia que sienten los habitantes de Christiania que no se consideran parte de la Unión Europea ya que al salir por la entrada principal de la ciudad de Christiania se puede leer “Está usted entrando en la Unión Europea”.
Entre otras curiosidades de esta micronación es que no se permiten las fotografías, ya que ellos piensan que se sentiría como un zoológico. Y que poseen su propio equipo de futbol el cual por cierto, se motiva con la marihuana.
Esta es toda la historia de la increíble micronación de Christiania que posee sus propios principios y cultura.
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ThepOllo