¿Piensas viajar a Mallorca en tus próximas vacaciones? Entonces has llegado al lugar indicado. La mayor de las islas baleares, además de sus parques naturales, sus pueblos tradicionales o su centro histórico, también es famosa por las calas y playas que la bordean a lo largo de la costa. Hoy te presentamos siete joyas naturales irresistibles que no puedes perderte.
Sa Calobra: belleza oculta
Algo verdaderamente asombroso de las calas de Mallorca, es que hay para todos los gustos. Quienes buscan los ambientes solitarios, encontrarán en Sa Calobra un magnífico refugio de naturaleza casi virgen cuyas aguas se encuentran custodiadas por enormes acantilados que rebasan los 200 metros de altura.Favorecida con el aire de la Sierra de Tramontana, Sa Calobra es el paraje perfecto para abandonarse a la relajación y el descanso.
Cala Torta: para submarinistas
Lentiscos, roquedales, palmitos y pinos combinan a la perfección con aguas cristalinas y un arenal de ensueño. El conjunto pintoresco recibe por nombre Cala Torta y en ella conviven por igual amantes del nudismo y el submarinismo. Además, Cala Torta es una de las calas más grandes de la región, caracterizada además por el frecuente oleaje, la gran profundidad de sus aguas y una belleza singular que la hace muy preferida por la mayoría de los turistas (fuente de la imagen y de la información).
Es Trenc: arenal paradisiaco
El último rincón de Mallorca que aún hoy se mantiene virgen e insobornable ante la gran ola urbanística. Es Trenc, situada en el municipio de Campos, permanece como una cala abierta a todo aquel que guste de la perfección. Algunos ingredientes como su blanco arenal sin rocas, su extensión de más de tres kilómetros o sus finas y tranquilas aguas, han seducido a sus visitantes desde tiempos remotos.
Playa de Muro: la más familiar
Playa de Muro, la perla del municipio homónimo, es el lugar ideal para llevar a toda nuestra familia. Un arenal dorado, fino en extremo, nos da la bienvenida a la cala, mientras que el agua cristalina terminará de encantarnos, sobretodo porque, al no poseer una pendiente muy pronunciada, puede ser disfrutada por los niños de forma segura. Por si fuera poco, el acceso a Playa de Muro es bastante fácil. No te arrepentirás.
San Vicente: animada y hermosa
Al encontrarse cerca del conjunto urbanístico de Pollença, San Vicente es una de las calas más concurridas por bañistas y locales de la isla. Aun así, este hecho no demerita el gran atractivo de esta cala, popular por su gran oleaje y majestuosa por la exquisitez de su arena. Alrededor de la cala, los visitantes podrán encontrar numerosos hoteles y una gran oportunidad para recorrer el litoral en barca, una experiencia sin duda fascinante.
Formentor: paraíso de las embarcaciones
Esta cala recibe también el nombre de Cala Pi de la Posada y en ella, no son inusuales las embarcaciones que deciden calar. Además, Formentor ostenta un contraste realmente hermoso entre su arena blanca, sus aguas tranquilas y una banda tupida de pinos y encinas que logran acariciar la superficie del agua con sus ramas. Aunque posee una anchura pequeña, Formentor es otra de las maravillas más recomendadas de Mallorca.
S’Almunia: templo de solariums
Una profundidad de cinco metros y rocas elevadas que se empinan sobre la playa hacen de S’Almunia la cala ideal para los entusiastas del clavado. Y si desde las alturas S’Almunia conquista nuestros sentidos, no es sino en el fondo de sus aguas donde realmente acontece la magia del lugar. La belleza submarina de especies y plantas, acompañadas de alguna que otra roca, permiten que S’Almunia sea uno de los destinos más solicitados de todo bañista. Pruébalo por ti mismo.