Roma es una de las grandes capitales europeas de la cultura, su historia milenaria ha hecho que hoy sea la principal cuna del arte, tanto en museos como monumentalmente al aire libre. Por todo esto, la capital de Italia es un destino prioritario para muchas personas, pero ¿sabías que visitarla en Navidad puede tener un valor añadido?
Debido a su historia, muy ligada a la Iglesia y al catolicismo, Roma vive las navidades de una manera muy especial, encontrando símbolos dedicados al cristianismo en prácticamente todos los lugares emblemáticos de la ciudad, mezclándose con otros iconos más modernos como los árboles de Navidad.
Durante las fiestas, los mercados navideños inundan las calles romanas, adornando y dando vida a todas las grandes plazas, como el mítico mercadillo de la Plaza Navona, donde se pueden encontrar dulces típicos y artesanía. Pero si la artesanía tiene un valor importante es en la escenificación de cientos de belenes por las calles e iglesias de Roma. Son los llamados ‘presepios', algunos convertidos en verdaderas obras de arte.
El presepio más importante se encuentra en la Basílica de Santa María la Mayor, y data del siglo VII. Se trata de cinco trozos de madera cuidadosamente tallados que escenifican el Nacimiento y que son de visita obligada. Además, aprovechando la visita a la Basílica, también es aconsejable entrar al museo de la misma, donde se conserva otro precioso presepio de mármol del siglo XVIII.
Asimismo, tampoco hay que olvidar la visita al Vaticano y, si interesase, pararse a los diversos eventos religiosos como la Misa del Gallo, oficiada por el Papa en la Basílica de San Pedro la noche del 24.
En Nochevieja, la celebración típica no habla ni de uvas ni de campanadas, sino de una cena con los amigos o la familia y, llegada la cuenta atrás del nuevo año, brindar con un vino espumoso.
También, podemos disfrutar de la epifanía, celebrada el día 6 de enero, en la que la tradición habla de una bruja fea, pero buena, que deja regalos a los niños. Para verla, tan sólo es necesario pasear por la Plaza Navona y por Villa Borghese y empaparse de un ambiente de felicidad para toda la familia.
Un plan perfecto para vivir la Navidad de una forma diferente y disfrutar de unas vacaciones inolvidables.
¿Habéis estado en Roma?