La vida de Turner
William Turner, su padre, su fabricante de pelucas y barbero y Mary Marshall, su madre, ama de casa que perdió con el tiempo la estabilidad psicológica y mental tras la muerte de su hija pequeña, en 1786.
Un año antes, el joven Turner viajó cerca del río Támesis, junto a su tío materno. Allí empezó a mostrar su interés por la pintura y se matriculó en una escuela de arte, exponiendo sus primeras obras en el comercio de su padre.
Con solo 14 años entró en la Royal Academy of Art. En 1790 la Real Academia aceptó un a de sus obras para la exposición de verano. Su primer óleo vio la luz en público en 1796. Fue el inicio de una gran cantidad de exposiciones para la Academia.
Conocido comúnmente como el pintor de la luz, viajó por toda Europa estudiando en el Louvre de París, Venecia o Inglaterra. Con el tiempo, Turner se volvió cada vez más excéntrico.
Cuando en 1829 murió su padre, se sumió en una profunda depresión y acabó falleciendo en Londres el 19 de diciembre de 1851. Enterrado en la catedral de S. Pablo, descansa al lado de Sir Joshua Reynolds.
El legado artístico
La generosa fortuna que dejó Turner, fue invertida en el arte y su obra permaneció en la nación británica. En contra de los deseos de Turner, su obra empezó a desperdigarse fuera de Londres 22 años después de su muerte. Actualmente, existe un prestigioso premio anual que promociona un arte no conectado con la técnica de Turner.
En 2005, la BBC organizó una votación por la que ‘El Temerario' (sobre estas líneas) fue considerado como el mejor cuadro inglés.
¿Te gusta el estilo paisajístico de Turner? ¿Te gustan más sus óleos o sus acuarelas?