¿Por qué más de 16 millones de turistas eligen hacer un crucero durante sus vacaciones? Con las vacaciones de verano a la vuelta de la esquina, hoy en el blog de Gretur vamos a hablar de una de las alternativas de viaje, ocio y disfrute más conocidas y valoradas por los turistas de todas las nacionalidades. Los cruceros, mucho más que un medio de transporte. ¿Embarcamos?
Un poco de historia
Aunque la oferta de viajes en crucero se consolidó en el pasado siglo XX, es curioso recordar que el primer anuncio que publicitaba un crucero como “el viaje perfecto” se publicó nada más y nada menos que en 1835. Los primeros anuncios de viajes en barco invitaban al intrépido y adinerado turista a visitar las entonces agrestes regiones de Islandia, Escocia y uno de los destinos estrella de la época: las maravillosas Islas Feroes.
El éxito de la iniciativa provocó que en apenas una década numerosos inversionistas públicos y privados apostaran su ilusión y sus fondos a crear compañías navieras especializadas en transportar turistas allende los mares. Comenzaron a dibujarse en el mapa nuevos viajes, rutas y destinos: Nueva Escocia, Halifax, Canadá? La proliferación de buques y ofertas viajeras tentadoras fue creciendo como la espuma hasta llegar a un crucero y un destino que todos conocemos perfectamente: el Titanic.
A pesar del desastre marítimo, la flor y nata de la sociedad americana y europea de los años 20 no perdió un ápice el deseo de pasar unos días en alta mar jugando, bebiendo, bailando y, en definitiva, saltándose a la torera en aguas internacionales todas las leyes y restricciones de la sociedad de entonces. Comenzó entonces una batalla blanca entre las principales compañías navieras estadounidenses, alemanas, británicas y francesas. Todas querían ser la compañía que fabricara los buques más grandes, lujosos y divertidos para satisfacer el deseo de disfrutar de unas perfectas vacaciones en el mar.
Como ocurrió con tantas otras cosas, en la década de los años 60 del siglo pasado la oferta crucerística se abarató y popularizó pasando a ser una de las tendencias turísticas más importantes y rentables de los últimos años. Cientos de compañías de todos los países ofrecen viajes inolvidables a bordo de un medio de transporte que siempre ha fascinado al ser humano: el barco.
Cruceros en el siglo XXI
Hoy en día los turistas podemos elegir entre más de 30.000 cruceros anuales diferentes. Además, la oferta no solo se ha masificado, sino que se ha diversificado. Podemos elegir entre hacer un gran recorrido marítimo de punta a punta del mundo o un pequeño recorrido fluvial de dos o tres días. La oferta es, en este caso, prácticamente infinita.
En general, la popularización de viajes en crucero no ha mermado su calidad. Hoy en día los cientos de compañías navieras especializadas en cruceros ponen a disposición de sus clientes un abanico de posibilidades tan amplia que nos resulta complicado elegir la más adecuada para nuestras expectativas. Desde clásicas rutas por el mediterráneo visitando las principales ciudades costeras de España e Italia, hasta innovadores recorridos marítimos para fotografiar en persona los fiordos noruegos o los imprescindibles recorridos por Egipto utilizando sus dos vías fluviales históricas: el río Nilo y el lago Naser.
Hasta hace unos pocos años, el perfil tipo del turista que elegía realizar un crucero durante sus vacaciones era la de una pareja o un single de entre 40 o 45 años, pero este dato también ha cambiado. En la última década las compañías de cruceros han realizado un importante esfuerzo inversor y publicitario para intentar ampliar ese perfil tipo de viajero a otras franjas de edad. De esta forma, el barco ha dejado de ser un simple medio de transporte para convertirse en una auténtica ciudad flotante o, como publicitan las grandes compañías, “resorts flotantes“. Bibliotecas, discotecas, cafeterías, restaurantes de todas las tendencias, centros de spa, guarderías para los más pequeños, peluquerías, gimnasios, espectáculos de baile, concursos, conciertos musicales?
Actualmente la oferta crucerística ha tomado dos caminos bien diferenciados. Por una parte encontramos esos enormes centros vacacionales flotantes con capacidad para tres o cuatro mil personas atendidas y entretenidas por miles de profesionales del ocio y el tiempo libre. Estos macro cruceros se caracterizan por su gran tamaño, su oferta de ocio diario continuo y, también, su relativamente asequible precio por persona.
La segunda tendencia en el “mundo crucero” es la personalización. Pequeñas y lujosas embarcaciones que se ponen a disposición de un grupo pequeño y selecto de viajeros que desean disfrutar en privado de un recorrido turístico marítimo y fluvial hecho a su medida. Esta oferta crucerística tiene un coste económico más elevado que los viajes masificados, pero lógicamente la experiencia viajera es más enriquecedora, diferente y personalizada.
En fin, cruceros. Unos días de vacaciones en el mar en los que el turista no necesita hacer nada más que disfrutar. No suena nada mal, ¿verdad?
Imagen:«L’Azura dans le port de Stockholm (2010-07-06)» por Ludovic Péron - Trabajo propio. Disponible bajo la licencia CC BY-SA 3.0 vía Wikimedia Commons.