Este es el lugar donde se solían fabricar instrumento musicales primitivos y pastorales, del cual serían los primeros ancestros del clarinete y del cual hacían un corte entre la boquilla del palo o del bambú, agregandole unos agujeros más abajo que les permitía cambiar las notas.
Incluso en Europa se llegó a crear uno de los instrumentos musicales más simples, a quien le denominaban chalumeau, que después de un tiempo gano mucha popularidad en Francia por los años XV y XVI, puesto que era un instrumento que tenía siete agujeros.
Historia
Ya entre los últimos años del siglo XVII e inicios del siglo XVIII, el chalumeau sufre un gran cambio, donde es modificado por una de las llaves.
En aquel entonces se podía añadir unas notas extras al registro de los fundamentales, donde se aprovechaban las notas del registro de los armónicos para emitir una doceava (octava-quinta), que estaba muy encima de su registro habitual.
A partir de ahí es que nace el primer clarinete oficinalmente como un instrumento musical.
Pero este gran desarrollo no hubiera sido posible sin el apoyo del fabricante de instrumentos, el reconocido alemán de ese entonces Johann Christoph Denner.
Los instrumentos fabricados y originales de Denner tenían unas cuantas llaves, además le faltaban algunas notas para llegar al registro grave. Sin embargo, él y otros fabricantes fueron añadiendo llaves hasta terminar de rellenar los huecos o pasos entre los registros, como algunos la llamaban.
Entre los dos registros más sonados se llegaron a fabricar por primera vez una ampliación cromática, muy completa en casi dos octavas y media allá por el año 1791.
En ese mismo año, tuvo la ocupación de profesor de clarinete en un conservatorio de Paris, además Mozart tuvo la oportunidad de escribir su más celebre y grandioso concierto para dicho instrumento.
Es en ese entonces el clarinete clásico de Mozart tenía unos ocho agujeros para sus dedos y contaba con cinco llaves. Con ello, se marcó la evolución de dicho instrumento hasta como es actualmente, donde existen dos tipos de clarinetes que van variando según su mecanismo.
El sistema Boehm era utilizado en Europa, América y Asia y el Ohler era más usado en Alemania, Austria y ciertos países del Este.
A partir de ahí el clarinete gano mucha popularidad y se convirtió en un instrumento primordial en las orquestas, mientras que su sonido se iba amoldando y acomodando a otras texturas de los instrumentos de viento.
Sonido
El clarinete es un instrumento musical muy sorprendente, incluso Mozart comparaba su sonido con la misma voz humana, lo cual, permitió que se escribiese numerosas piezas para dicho instrumento.
Con el tiempo, el clarinete fue consolidándose más en las orquestas sinfónicas y después su sonido fue tan agradable que se utilizó en el estilo musical del jazz.
Como tocar el clarinete
Como ya hemos comentado, el clarinete es un instrumento musical que pertenece a la familia viento-madera, que tiene la capacidad de emitir un sonido hermoso y redondeado.
Además, el clarinete tiene la particularidad de emitir sonidos en un rango muy amplio a diferencia de otros instrumentos. Es por esto que es un instrumento que vale la pena aprender a tocar.
Si estas con muchas ganas y deseas aprender a tocarlo, por medio de este articulo te ayudaremos, a través de una serie de indicaciones muy faciales de entender.
El clarinete apropiado: adquirir un clarinete que se acomode a tus necesidades no resulta tan complicado como parece. Como vas a comenzar como un principiante, lo más recomendable es conseguir uno que sea de plástico.
El Buffet E11 es uno clarinete muy conocido y lo vas a poder encontrar en cualquier establecimiento. Pero si encuentras un clarinete de madera, te recomiendo que no te atrevas a comprarlo, ya que usarlo resultaría muy complicado para ti.
Ese el tipo de clarinete que muchos clarinetistas avanzados suelen usar.
Sujetar el clarinete: si vas a sostener el clarinete, tienes que tomar en cuenta que este debe estar en dirección opuesto hacia ti, casi a un ángulo de 45 grados, donde las campanas no puedan estar más allá de tus rodillas.
La cabeza tienes que mantenerla firme y mirar alto y la espalda tiene que estar en posición recta cuando procedas a tocarla. Recuerda que el clarinete debe dirigirse a tus labios y tu boca no debe dirigirse hacia el instrumento.
Mojar la caña: lo más recomendable es mojar la caña antes de iniciar a tocar, ya que si llegases a tocar la caña cuando esta se encuentre seca, es más que seguro que suene mal y chirríe en más de una ocasión.
Te sugiero que remojes la caña en un vaso de agua mientras no procedas a tocarla, además es una forma de eliminar las bacterias que podrías encontrar.
Toca una nota: cuando ya tengas la posición adecuada para sostenerla el clarinete, procede a colocarla en tu boca. Trata de mantener la mandíbula plana y los dientes superiores deberían estar plantados con mucha firmeza en la parte superior de la boquilla, que se encuentra en el lado opuesto de la caña.
Si empujas el clarinete hacia tu boca y procedes a soplarla, sera mucho más complicado emitir una nota. Por ello, es un poco dificultoso tratar de realizar un trabajo correcto con la boca, la cual lleva el nombre de embocadura.
Obtén un tono: si tienes la boca en posición correcta solo tendrías que soplar para que puedas entonar un tono limpio, trata de probar con varias potencias de aire y a partir de ahí, toma una idea clara de que tono se puede obtener con el clarinete para que puedas ir practicando.
No te deprimas, puesto que en un principio, tocar este instrumento musical te llevara muchas horas de practica encontrar la verdadera posición que se necesita para acostumbrar a colocar la boca en el clarinete.
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